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 domingo, 03 de septiembre de 2006  
El PS toma distancia de la figura de Lavagna

Javier Felcaro

Una reunión reservada de la cúpula del socialismo buscó reparar los cortocircuitos causados por la presencia de los máximos referentes del PS santafesino en la apertura de la convención nacional de la UCR, que sesionó hace una semana en la Sala Luz y Fuerza de Rosario, y la inmediata interpretación de un acercamiento a la potencial candidatura presidencial del ex ministro de Economía Roberto Lavagna.

Si bien los hombres del partido de la rosa roja tenían previsto encontrarse el martes próximo para abordar el urticante tema, el pressing de los dirigentes bonaerenses y porteños aceleró los tiempos: la habitual reunión de la comisión de Acción Política se concretó en la noche del miércoles pasado.

El ánimo de algunos dirigentes se había recalentado con la foto que inmortalizó al presidente del PS, el senador nacional Rubén Giustiniani, a los diputados Hermes Binner (aspirante a gobernador) y Eduardo Di Pollina y al intendente Miguel Lifschitz sobre el escenario de Luz y Fuerza.

Más allá de la catarsis, el socialismo terminó confirmando su perfil de centroizquierda (abierto a una coalición con esa impronta), una profundización programática y la continuidad de su "independencia política" (sin discusión de postulaciones) hasta el 2007.

"Fue una reunión positiva, en el sentido de que nuestra presencia en la convención se debió a la invitación de un partido amigo", explicó Giustiniani a La Capital. Y aclaró: "No estamos apurados en definir candidaturas. Se adelantaron los tiempos electorales, que no son los tiempos de la sociedad".


Las dudas
Además de la convención, la buena sintonía con los radicales santafesinos, materializada en el Frente Progresista, habría abonado las dudas sobre una posición más flexible ante la candidatura de Lavagna.

Está claro: ambas fuerzas se necesitan en sus respectivos terrenos electorales. Sin embargo, no pocas voces del PS coinciden en que "tanto el ex jefe del Palacio de Hacienda como el presidente Néstor Kirchner no se recortan en nuestro horizonte".

Al respecto, para Di Pollina, el de Lavagna se trata de "un debate exclusivo de los radicales, que no afecta al socialismo porque actualmente no estamos discutiendo postulaciones".

Giustiniani, en tanto, habló de la búsqueda de "un cambio social basado en políticas públicas que incluyan medidas de redistribución del ingreso". Indirectamente, marcó diferencias con el rumbo económico trazado inicialmente por la Casa Rosada y Lavagna.

El senador aprovechó para replicar a Kirchner, quien días atrás, en un acto en Balcarce 50, se había dirigido a Lifschitz para criticar (aunque sin citarlo) a Giustiniani.

"Hay un dirigente de su partido en el Senado que dice que sectorizamos y premiamos a los que están políticamente con nosotros. Pero con usted (por Lifschitz) siempre hablamos de trabajo", fue la estocada del primer mandatario.

Según Giustiniani, "cuando Kirchner habla desde el atril lo hace como el jefe de una facción política más que como presidente, lo cual es un grave error porque el país necesita consenso en serio y no confrontación".

Para la lupa de otros dirigentes del PS, Kirchner, consciente de la efervescencia socialista producto de la visita a la convención de la UCR, "trató de meter una cuña que complicara las cosas".

En los próximos días el PS comenzará a discutir su estrategia para el 2007, en la que sigue siendo viable la inserción del ARI. Tampoco se descarta, como último recurso, presentar un candidato propio, en rigor, la opción con menos chance de éxito.

Otro dato a tener en cuenta es que las elecciones en Santa Fe serán, según el borrador que está en circulación, 45 días antes de los comicios nacionales. De este modo, la campaña provincial no entraría en contradicciones flagrantes y, salomónicamente, podría dictarse la libertad de acción.

Pero a última hora apareció otro polémico actor: el PRO, la alianza liderada por Mauricio Macri y Ricardo López Murphy.

La coalición de centroderecha no descarta apoyar una opción socialista o radical en los distritos en los que no logre consolidarse por sí misma.


Por casa
Paralelamente, los operadores del Frente Progresista avanzaron el viernes con varios temas pendientes, como los equipos de trabajo programáticos y la sumatoria de otros partidos.

En ese marco, el PDP se apresta a tomar una decisión orgánica (está con un pie adentro de la coalición), aunque el ARI, pese a la voluntad aliancista esgrimida por varios de sus referentes, todavía no resolvió al respecto.
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