Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"Las manos"
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: Jorge Marrale, Graciela Borges, Belén Blanco, Duilio Marzio y Esteban Pérez. Género: drama. Dirección: Alejandro Doria. Salas: El Cairo, Showcase y Village.

Los ideales, cuando se asientan sobre bases firmes, son indestructibles. Eso piensa Jorge Marrale, en una actuación sin fisuras, al interpretar al padre Mario Pantaleo, o simplemente el padre Mario. Este sacerdote construyó su derrotero a partir de un extraño poder de sanación que transmitía con sus manos. Alejandro Doria hace foco en su fe inquebrantable en Dios y desde allí aborda la polémica que dispara la curación, el enfrentamiento con la Iglesia y la elección de seguir adelante contra todo y contra todos. La película tiene una mirada épica sobre el sacerdote en un contexto en que se asocia su mística al amor a la vida, desde un aspecto solidario. La ambientación del filme y los primeros planos de rostros y manos de los protagonistas son una marca de Doria. La actuación de Borges, como su inseparable compañera Perla, es el punto flojo ya que da un tono poco creíble. Sin embargo, no opaca el brillo de una película que, pese a tocarse en algún momento con "Darse cuenta" (también de Doria), es una alta propuesta del cine argentino.

P.S.
"Mi verano de amor"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Nathalie Press, Emily Blunt y Paddy Considine. Género: drama. Dirección: Pawel Pawlikowski. Salas: Showcase y Village.

La iniciación sexual adolescente es un tema recurrente y por ese rumbo marcha "Mi verano de amor". Sólo que en este caso se trata de dos chicas. El ambiente es propicio. Dos mujeres, con poco que hacer y mucho por descubrir. En ese marco casi plácido, el encuentro entre ambas es una alternativa al letargo. Pero el director resuelve inclinar la historia hacia el drama y usar el elemento erótico como un disparador, para luego dosificar el romance y poner en primer plano dos universos en conflicto.

Una atmósfera casi preciosista domina por momentos la puesta en escena del filme con una muy cuidada fotografía. El recurso acentúa el idilio y funciona como un contrapeso al costado dramático de un filme que cuenta con personajes femeninos de personalidades, intereses y clases sociales contrastantes, y un elemento perturbador -el hermano de una de las chicas- que suma toda la incomodidad que puede aportar un fanático al límite de la violencia.

R.B.
"A la deriva"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Susan May Pratt, Richard Speight y Niklaus Lange. Género: drama. Dirección: Hans Horn. Salas: Del Siglo, Monumental, Showcase y Village.

Tras varios años de separación, un grupo de amigos se reúne en la costa de México para celebrar el cumpleaños de uno de ellos embarcados en un lujoso velero. Tres parejas, una de ellas con un bebé, suben a bordo y se deciden a pasar un día de reencuentro en alta mar. Lo que en principio parece una excursión de puro placer se transforma en un grave problema cuando los pasajeros se arrojan al mar para nadar. Cuando todos los tripulantes, excepto el bebé, están en el mar, advierten que no pueden regresar al barco, ya no que hay una escalera para subir por la borda.

Lo mejor de la película es la labor de Bernhard Jasper, el director de fotografía, quien hizo un excelente trabajo con la utilización de la imagen detenida para subrayar el dramatismo en algunos pasajes del filme. Pero todo termina allí porque el relato, aunque en principio logra instalar el suspenso, pronto comienza a perder vigor y cae en situaciones demasiado previsibles. Una historia no apta para quienes le tienen fobia al agua.

M.M.
"Hooligans"
Calificación: 1 estrella. Intérpretes: Danny Dyer, Frank Harper y Tamer Hassan. Género: drama. Dirección: Nick Love. Salas: Del Siglo, Monumental, Showcase y Village.

Hay un par de prósperos vendedores de droga y otro par de delincuentes juveniles, pero los personajes de "Hooligans, diario de un barrabrava", no son los que aquí llamaríamos marginados sociales. Todos trabajan, viven en viviendas dignas de cualquier ciudadano del primer mundo; simplemente están o han sido descerebrados y van a la cancha pero no llegan porque antes prefieren molerse a palos contra otros descerebrados de alguna hinchada rival. Eso es todo.

En el filme de Nick Love no hay análisis sociológico, dedo acusador, moraleja, nada. Y eso no está del todo mal, el problema es que, aunque quizás se pretendió construir una simple postal social abierta a la reflexión del espectador, por falta de profundidad esa postal aparece desdibujada y estos tipos podrían aparecer agarrándose a patadas por cualquier otra cosa. Lenta, sin actuaciones y sin sentido aparente, desarrolla una trama débil acompañada por un relato en off en primera persona, con la historia de un violento joven hincha de Chelsea .

U. G. M.