Buenas noticias en la Feria del Libro

Los chistes, el deporte, los temas que preocupan a la ciudad y el mundo fueron los temas elegidos por más de 1.200 chicos de Rosario y la región a la hora de opinar sobre el diario y su uso en las aulas. La participación de los alumnos se dio a través de distintos encuentros convocados por el Programa "El diario en el aula" de La Capital, en el marco de la Feria del Libro Rosario 2006, que culmina mañana.

El último de los encuentros fue el martes pasado, cuando unos 450 chicos de diferentes barrios rosarinos, de San Lorenzo, Casilda y Villa Amelia llegaron al auditorio principal del Patio de la Madera para contar con sus palabras cómo trabajan con el diario.

Los primeros en subir al escenario fueron los chicos de San Lorenzo, que contaron puntualmente cómo aprovecharon las noticias del Mundial de Fútbol para aprender en distintas materias y diseñar luego una revista. Enseguida se fueron sucediendo las demás escuelas, cada una con distintas experiencias y miradas sobre la lectura del diario en el aula.

Los más aplaudidos fueron los jóvenes de las escuelas especiales Cetem y de un Centro de Día, que contaron uno a uno por qué y cómo escriben su propia revista. También sorprendieron a los demás chicos presentes Haydé e Itatí, dos nenas de la Escuela Nº 1257 del barrio Las Flores que se entusiasmaron leyendo poesías y un cuento publicados en su revista.

Hubo más: las opiniones de los alumnos y alumnas sobre los incendios en las islas y su efecto en el medioambiente; la droga y su impacto en los jóvenes, además de pedir más espacios para participar y opinar en los medios y espacios culturales.

De este encuentro participaron las escuelas de Rosario 107, 1257, 1380, Virgen del Rosario y 103 y ; la 417 de Casilda, la 401 de Villa Amelia y la Nº 1339 de San Lorenzo. Además de las escuelas especiales.

Las escuelas de adultos también tuvieron su lugar en la Feria del Libro y de eso se sintieron orgullosas. Al igual que los más pequeños, se dieron su espacio para contar sus aprendizajes a partir del diario. Los relatos fueron conmovedores y cada tanto la supervisora del nivel de adultos, Raquel de la Fuente, sentada en la primera fila, los alentaba a seguir, a no dejar de hablar y a que todos se enteraran de sus logros. Y de esos aprendizajes se pudo saber que muchos hacen sus primeras lecturas, otros comparan el diario con la radio, y hasta critican el texto "por lo largo de las notas".

Algunas escuelas y centros de educación de adultos se vuelcan al diario "porque entienden es un texto adecuado para los más grandes". También por las notas que despiertan interés de ser leídas, que reflejan problemas que viven y despiertan ganas de opinar, por ejemplo, a través de las cartas de lectores.


Lectura entre rejas
Pero hay más. El periódico a veces se corre de lugar y sirve para recuperar el valor que tiene la escuela. Un testimonio de esto lo dio una de las docentes presentes en el encuentro, que contó para todos que "la primera vez que una de sus alumnas había visto un diario había sido en la escuela".

Entre estas escuelas de adultos, también cuenta la carcelaria, la Nº 2003, que funciona en Ricchieri y Zeballos. Sus alumnos se hicieron presente en el encuentro a través de sus profesores y el propio director, Raúl Lemos, que leyeron para todos los mensajes de quienes aprenden tras las rejas.

Fue la única vez que los presentes quisieron saber un poco más sobre esta tarea. Preguntaron entonces cómo se aprende y cómo se enseña. Miraron los trabajos que habían enviado al encuentro y destacaron las opiniones reflejadas en cada uno. Al final llegó una promesa y compromiso: intercambiar mensajes con los alumnos de la escuela de la cárcel. Y quedó la sensación de que no solamente las noticias ayudan en los aprendizajes cotidianos, sino también a entablar nuevos vínculos.

Los chicos contaron cómo aprenden de las noticias.