"Quienes piden que se me investigue a mí y al curso son unos fascistas"

Lo dijo la titular de la entidad que organizó el encuentro, Nereida Hubri Catalina Brumat Decker

Nereida Hubri Catalina Brumat Decker es abogada, tiene 60 años y se declara "católica apostólica romana". Ayer, minutos antes de que se diera comienzo al curso para docentes que organiza la ONG que preside recibió a La Capital y tildó de "fascistas" a quienes pidieron informes sobre los contenidos de las clases.

-¿Cuáles son los contenidos de este curso sobre Valores y Educación Sexual?

-Los valores de siempre, la defensa de la familia, la palabra empeñada, la honradez en el trabajo, el cumplimiento del deber del docente.

-¿A qué "familia" hacen referencia?

-A la única que conozco: papá, mamá y nenitos.

-Bueno, hay muchas familias con más de un papá y una mamá, o sin nenitos.

-No sé, mientras se constituya un núcleo familiar entre un varón y una mujer, con hijos o sin ellos...

-¿Y cuáles son los contenidos sobre educación sexual que brinda el curso?

-Entre otros el amor, el embarazo, aborto, métodos de control de la natalidad, todo desde una concepción antropológica. Se habla de la persona en su totalidad, no de su genitalidad exclusivamente.

-¿De qué métodos de control de sexualidad hablan?

-De todos los conocidos. El tema está a cargo del doctor (Luis) Paliari.

-¿Las minorías sexuales no son parte del programa?

-No, y no hay intencionalidad. No da el tiempo para hablar del tema.

-Pero quedan dos clases.

-Esto está orientado a los docentes para que transmitan a sus alumnos. Y a los alumnos no hay que confundirlos con la ideología de género con la que no estamos de acuerdo obviamente. Estamos de acuerdo con la heterosexualidad, no vamos a transmitirles a los alumnos que hoy pueden ser varón y mañana pueden ser nenas.

-Entonces este curso no está enfocado para docentes o alumnos homosexuales, ni para tratar esta realidad.

-Yo estoy de acuerdo con la naturaleza, Dios nos creó hombre y mujer.

-Y en todo caso también creó a los homosexuales...

-Sí, pero son enfermos, entonces hay que tratarlos como enfermos.

-La Organización Mundial de la Salud no habla de la homosexualidad como enfermedad.

-La Organización Mundial de la Salud habla de aborto.

-Sí, ¿y cuál es el problema?

-El aborto es un crimen.

-¿También los practicados a las dos jóvenes violadas y que tomaron estado público el mes pasado?

-También son un crimen. Acá se darán como evaluación esos dos casos, esto es lo poco que sé, yo no soy pedagoga.

-Usted es abogada, y según se publicó hoy (por ayer) en el diario Rosario/12 participó como interventora de la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución durante la dictadura militar.

-Trabajé durante la dictadura como todo el mundo. No sé usted qué edad tenía. La gente que no se fue del país tuvo que seguir trabajando.

-¿Usted reconoce que acá hubo una dictadura?

-Sí, eso es una realidad, no lo de las minorías sexuales. Yo trabajé antes, durante y después de la dictadura.

La charla se prolonga. Se habla de las cartas de lectores que ha enviado asiduamente a este diario, de su postura contra el uso del preservativo y a favor de la "abstinencia y la pareja única". Y culmina con un pedido.

-Sólo le pido como atención que me dé copia del casete.

-Eso no lo haré, doctora.