Múltiples formas, múltiples lenguajes

Un encuentro propone a los chicos opinar sobre la escuela, la familia, los medios y la política

Chiqui González está convencida de que ya no se puede seguir distinguiendo entre educación formal y no formal, sencillamente -explica- porque esta postura lleva a pensar que lo "no formal" es lo que no tiene forma, y por tanto no existe.

Por el contrario, para la secretaria de Cultura municipal la invitación es a "cambiarle la forma a la escuela". Una idea que lleva a pensarla en "múltiples formas" y por lo tanto a diseñarla en "múltiples lenguajes".

En este concepto de pedagogía más amplio que el que se inscribe alrededor de la institución educativa como la conocemos, se construye la "Escuela móvil". Es entonces -dice Chiqui- que es posible pensar en una pedagogía social, urbana, que nos lleve a ampliar los escenarios educativos, y en consecuencia a ampliar la escuela.

Pero, además, como en este concepto de educación ya no caben sólo libros y pizarrones, la cultura tiene entonces un papel estrecho junto al acto educativo.

Es por eso que no solamente cambian los espacios de donde se puede aprender, sino también el papel de los maestros se amplía de ser pasadores de saberes a pasadores de cultura.

Chiqui recuerda que cuando los maestros empiezan a apropiarse de esta idea más amplia de escuela, de educación, es cuando piensan otros espacios para enseñar. "Muchos nos piden la Isla de los Inventos para enseñar sobre el Renacimiento o trabajar en el taller", cita como ejemplo.

"Cuando empezamos a entender la pedagogía de esta manera, es decir en un sentido más amplio, es cuando los aprendizajes en familia, entre pares, tienen otro sentido. Y vemos a la escuela con múltiples formas, donde se borra el adentro y el afuera", dice Chiqui.

De inmediato apunta como idea de esta concepción de educación que la doble jornada escolar que ahora se discute en el nuevo proyecto de ley de educación nacional propone pensarla no como más tiempo en la escuela, sino en mayores tiempos de aprendizajes, que son posibles en los clubes, en las clases de fútbol, en los talleres de pintura y en los juegos.


Se viene otro Congresito
Para octubre -todavía no está definida la fecha- se prepara un nuevo Congresito. Pero esta vez será un Congreso de Educación donde los chicos, desde los 4 hasta los 14 años, serán invitados a debatir qué educación es la que quieren.

Al igual que el Congresito de la Lengua, que protagonizaron miles de chicos en el 2004, en forma paralela al III Congreso Internacional de la Lengua Española realizado en Rosario, esta vez serán convocados a debatir sobre cuatro ejes referidos a la educación: la familia, la escuela, los medios y la política.

También se trabajará por edades, con juegos y en talleres. Será un debate abierto que buscará darle la palabra a los chicos en esta discusión nacional por alcanzar una nueva ley de educación.

La idea será organizada en forma conjunta entre las Secretarías de Cultura y Educación y Promoción Social de la Municipalidad de Rosario. Tendrá como escenarios la Isla de los Inventos y la Ciudad de los Niños. Y, según confiesa Chiqui González, "ya son muchas las organizaciones -entre ellas la Ctera- interesadas en seguir de cerca qué dicen los niños sobre la educación que quieren".

Una idea amplia de pedagogía invita a pensar en otros escenarios educativos.