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sábado,
26 de
agosto de
2006 |
La ciudad, destino de un viaje de juegos y aprendizajes
El miércoles se pone en marcha la "Escuela móvil", un programa municipal que convoca a más de 5 mil chicos rosarinos, de sesenta escuelas, a apropiarse de los espacios urbanos
Marcela Isaías / La Capital
Desde el miércoles 30, más de 5 mil chicos de 60 escuelas de Rosario se subirán a la "Escuela móvil", un programa integrador que les propone aprender de la ciudad. Hasta noviembre recorrerán museos, espacios culturales y paseos, con un horizonte en común: poner a Rosario en acción y apropiarse de ella.
El programa se llama "Escuela móvil", está organizado por la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, en forma conjunta con Promoción Social municipal y resulta inédito por animarse a construir de cada espacio de la ciudad un aula abierta.
La iniciativa es de la secretaria de Cultura municipal, Chiqui González, quien asegura que esta propuesta se anima a romper con la distinción que se hace entre educación formal y no formal, a pensar nuevos escenarios educativos y una relación estrecha entre educación y cultura.
Es así que, desde el miércoles 30 de agosto, más de 5 mil chicos que pertenecen a diferentes escuelas de Rosario y divididos por edades tomarán diferentes "Rutas educativas". En cada una hay "postas" ya establecidas, donde se detendrán a jugar, imaginar y aprender (ver infografía).
Las escuelas ya fueron seleccionadas con la ayuda de los Centros de Distritos, es por eso que la participación de los chicos será bien heterogénea, representativa de cada barrio de la ciudad, con la presencia de escuelas públicas y privadas y alumnos que van desde el nivel inicial hasta el polimodal. Además contarán con transporte contratado por los organizadores para realizar las actividades.
El emprendimiento es ambicioso y desafiante. Por eso, el director del programa de "Escuela móvil", Guillermo Ríos, lo define como "una experiencia única e inédita" en el ámbito educativo. Un equipo de educadores es el responsable de los diseños de la rutas, las postas y las actividades que antes, durante y posteriormente a cada salida realicen chicos y docentes. En este caso se trata de Nora Shujman, Yenny Matta, Silvia Moya, Elena Guillén, Pablo González y Claudia Volonté.
Es que para que el viaje por la ciudad sea un éxito se han programado actividades denominadas de sensibilización, previas a las salidas. También aquellas propias de cada posta donde los chicos se detengan a investigar y jugar. Pero quizás lo más importante de estos recorridos sea lo que los alumnos recojan de cada lugar y traigan al regreso a sus escuelas y vidas cotidianas, y claro está las nuevas "rutas" que puedan diseñar.
Para que nada se pierda y se registren las vivencias, cada chico llevará su propia bitácora: allí escribirán ideas, conceptos, vivencias y dejarán registro de un viaje inédito. Cada uno a su manera, sin prescripciones, porque la escritura será otra herramienta a descubrir.
Visitas nada tradicionales
Según explican los responsables de este proyecto educativo, "las actividades que se proponen tienen su anclaje en el juego y en el cuerpo atravesados por una mirada especial en relación con el tiempo y el espacio". Una de las razones por las que estos itinerarios se diferenciarán de las visitas o salidas tradicionales.
Es que cada ruta está pensada como una unidad de aprendizaje, organizadas por edades y tomando distintos ejes, pero donde el uso de todos los lenguajes estará a la orden del día.
La propuesta es ambiciosa porque pretende nada menos que hacer sentir lo que se aprende, disfrutar de cada concepto nuevo y compartir el placer de conocer entre todos.
Metas que no siempre pueden cumplirse en la escuela. Ya sea -dicen los organizadores de la "Escuela móvil"- por "la rutina diaria que se nos imponen, por las condiciones de trabajo y edilicias que nos condicionan y también por los discursos didácticos que nos atrapan" y no permiten imaginar aprendizajes fuera del aula.
Planteada así la propuesta, es más fácil imaginar que otras instituciones y espacios pueden convertirse en nuevos escenarios educativos: "Las bibliotecas populares, los museos, los clubes, los centros culturales, las escuelas municipales, las entidades que promueven la poesía, la música urbana, los lenguajes audiovisuales y el patrimonio arquitectónico y los barrios son un claro ejemplo de las múltiples posibilidades que una ciudad brinda para producir un aprendizaje de un nuevo tipo".
La "Escuela móvil" organiza esos aprendizajes que propone la ciudad y los pone al alcance de los chicos y las escuelas, para invitarlos a protagonizar "experiencias educativas intensas", donde el ejercicio de los derechos, de los deberes y la construcción de la democracia se viven.
Los docentes tienen en este programa un papel clave como "pasadores de cultura". "La idea -dicen los responsables del programa municipal- es que continúen ayudando a construir puentes sobre el afuera y el adentro de la escuela, y el adentro entre las distintas disciplinas, entre lo sistemático y lo asistemático, entre lo propio y lo recibido, entre lo afectivo y lo intelectual, entre lo posible y lo imposible, entre las certidumbres y las incertidumbres, entre lo construido y lo dado y entre lo singular y lo plural".
Vivir el aprendizaje
Por ahora, la "Escuela móvil" culmina su primer ciclo el 10 de noviembre de este año. Aunque se define como una experiencia piloto, ya proyecta para el 2007 ampliarse no sólo a más escuelas sino a otras rutas pedagógicas y nuevos alumnos. Y, además del cierre y evaluación de este proyecto programadas para fin de año, ya se prevé un seminario de formación docente en el tema para el 2007.
La "Escuela móvil" será presentada oficialmente el miércoles próximo, a las 14.30, en el Palacio Municipal. De todos modos, y como un anticipo de lo que vivirán los chicos y sus docentes en esta nueva experiencia educativa, se sabe que entre otras propuestas las estatuas de Lola Mora tomarán vida ente los alumnos; en el teatro La Comedia los recibirán los fantasmas y subirán a escena; pintarán frente a las puertas del Museo Castagnino, descubrirán la belleza del lenguaje de un cine de barrio y un bandoneonista les dará la bienvenida y los invitará a bailar el dos por cuatro.
La experiencia de la "Escuela móvil" es desafiante, después de todo se propone que reír, llorar, imaginar, jugar y disfrutar no sean verbos contrapuestos al de aprender.
M. I.
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En las "rutas" los chicos deben preguntar, explorar, escribir y descubrir nuevos caminos educativos.
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