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 lunes, 21 de agosto de 2006  
Tras el rechazo del PJ a que el ministro Rosúa sea interpelado
Peligra la convivencia en Diputados
El titular de la Cámara pide que se siga trabajando como hasta ahora. Derivaciones políticas de un caso policial

Atilio Pravisani / La Capital

El presidente de la Cámara de Diputados santafesina, Edmundo Barrera, dijo no haber recibido ninguna comunicación oficial de los bloques opositores que le señale que no concurrirán más a las reuniones de Labor Parlamentaria hasta tanto el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, no se haga presente en el recinto. Manifestó en cambio Barrera su convencimiento de que "no habrá problemas en el funcionamiento institucional" del cuerpo legislativo de aquí en adelante.

De todas maneras, aun cuando Barrera, un dialoguista por naturaleza, intente colocar paños fríos, la tormenta política de la semana pasada (cuando la oposición pidió que Rosúa vaya a explicar la fuga y recaptura de un narcotraficante) podría preanunciar que nada volverá a ser como entonces en la Cámara baja santafesina.

El retiro de la oposición de la comisión mencionada, hecho público por el titular de la bancada socialista, Antonio Bonfatti, es un indicio de que el resquebrajamiento de la convivencia política entre oficialismo y oposición se acentuaría a medida que se acerque el proceso electoral del año que viene.

Para Barrera, "las diferencias deben expresarse en democracia en los ámbitos parlamentarios en un marco de respeto pluralista. Y los hombres que han sido elegidos por la gente para que la represente, deben en primer lugar priorizar el trabajo institucional, algo que estoy convencido así sucederá", según expresó el legislador peronista a La Capital.

De todas maneras, del dicho al hecho hay un largo trecho. En el recinto hubo expresiones muy duras por parte de la oposición, unánime en castigar a Rosúa, ministro que, paradójicamente señalaron los detractores, según la consideración del gobernador Jorge Obeid es el "Maradona" del gabinete. Enfatizaron que la fuga y posterior captura de Oscar King Kong Cardozo, y en el medio la caída de la entonces jefa de policía, Leyla Perazzo, resultaron sucesos preocupantes que merecían una interpelación al ministro responsable del área.

El obeidista Mario Lacava se anotó para contestar. Preguntó por qué "tanta insistencia aquí en que venga el ministro al recinto, y no le piden al senador radical Felipe Michlig que deje sus fueros a un lado y concurra a declarar por los graves delitos que se le imputan".

El huracán que arrasó con la quietud política fue tal porque la oposición decidió que en esta ocasión, por la importancia de los hechos, la habitual reunión de comisión con ministros o funcionarios debía trasladarse al recinto, tal como lo contempla el artículo 45 de la Constitución provincial.


Un justicialismo abroquelado
El justicialismo se abroqueló en torno a la práctica parlamentaria a través de la cual los funcionarios o ministros del Poder Ejecutivo van a la presidencia de la Cámara -no a la sesión- a brindar información o explicaciones requeridas por el cuerpo legislativo. Como sucedió, por ejemplo, y con Rosúa también, en ocasión de tratarse la nueva ley del personal policial.

Barrera aseguró que cuando Rosúa se presente de nuevo en este ámbito, el próximo jueves, la reunión no ofrecerá ningún tipo de variantes en cuanto a la posibilidad de que no sólo los titulares de los bloques estén en el recinto sino además el resto de los legisladores y también el periodismo.

"Las puertas estarán abiertas como siempre, y no habrá nadie que controle o impida el acceso a la reunión", insistió el presidente de Diputados.

Sin lugar a dudas que la actitud que mantendrán los presidentes de bloque ese día marcará el funcionamiento legislativo y el trato que se dispensarán para lo que resta del período ordinario.

De no reunirse Labor Parlamentaria, el incidente no hará más que anticipar probables inconvenientes parlamentarios para el desarrollo de las sesiones, también posibles suspensiones de los debates por falta de definiciones políticas previas y la aparición de recurrentes cuartos intermedios de duración impredecible.

Labor Parlamentaria, integrada por el titular del cuerpo y los presidentes de los distintos bloques, es clave para el ordenamiento de la sesión al articular los tratamientos sobre tablas, las preferencias y proyectos de ley que ingresan al cuerpo. La práctica permite a los bloques fijar la postura y las argumentaciones antes de ingresar al recinto.
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Edmundo Barrera, en la difícil tarea de recomponer los vínculos.

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