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lunes,
21 de
agosto de
2006 |
Viajeros del tiempo
Una moda rosarina. Un diario de Córdoba habla de la haute rosarina en los siguientes términos: "Lo que pasamos a relatar no está tomado de un país exótico sino que está ligado con nuestra tradición, con nuestro modo de ser, y la nota la ha dado la alta sociedad rosarina, cuyo vuelo en cultura y civilización está a la par de las más adelantadas del mundo. En el Rosario ya es una moda que cuando dos personas de buena posición pecuniaria se casan, uno o dos días antes de la boda el novio y la novia forman un fondo especial de dinero y lo destinan, no a joyas ni a objetos de arte, sino a repartirlo entre familias necesitadas. Hacen una verdadera obra de caridad y ruegan por el nuevo estado que pasan a celebrar. ¿No es ésta una acción que debería ser imitada por todos los novios pudientes? ¡Cuánto es de desear que lo que hacen los novios rosarinos sea también una moda entre los nuestros!
Sesión de cinematógrafo. La casa Fló Hermanos y Cía. ha invitado a sus amigos y clientela a una sesión de cinematografía que tendrá lugar esta noche a las 8.30 en su local de calle Córdoba 967. Las vistas comprenden las maniobras de la escuadra argentina en Bahía Blanca.
La batería eléctrica. Thomas Alva Edison, el gran electricista e inventor norteamericano al que llaman "El brujo", acaba de inventar una batería eléctrica portátil aplicable a toda clase de vehículos y que promete revolucionar los métodos de tracción conocidos hasta hoy. Hace poco causó conmoción un complot de criminales que querían robarle a sus hijos, y las autoridades de Nueva Jersey, donde vive el inventor, adoptaron precauciones especiales para protegerlo.
¡Un poco más de criterio! El árabe Andrés Gabreni fue llevado anoche al departamento de policía por dedicarse a la venta callejera de mercaderías sin estar munido de la patente correspondiente. Antes de ingresar depositó su "negocio", consistente en un peine, un espejo de bolsillo, un par de tijeras, tres pares de medias, unos cuantos metros de cinta para ligas y otros objetos por el estilo hasta completar catorce "bultos", como los denominó el agente que hizo el inventario. Puede ser que todo eso junto y bien pagado valga unos tres pesos, incluyendo la venta del día, que según la entrega que hizo en la alcaidía consistía en 55 centavos. La verdad es que Gabreni, que no tiene más de 15 años y que ni siquiera lleva camisa, debe ser un criminal precoz, pues sólo así se concibe que no pague los 50 pesos de patente de vendedor ambulante. Con este mismo pretexto también deberían ser detenidos los vendedores de diarios. ¡Un poco más de criterio, señores comisarios!
El lenguaje de las etiquetas en las valijas. Los mozos, porteros y demás empleados de muchos hoteles del país y del extranjero han encontrado un método muy sencillo para avisarse unos a otros si tal o cual huésped acostumbra o no a dar propinas. El truco está en cómo pegan las etiquetas en la valija cuando el viajero se va del hotel. Si la etiqueta está pegada en una esquina de la maleta, significa que el pasajero nunca deja de gratificar a los que lo sirven; pero si aparece en la otra esquina significa que es un sujeto agarrado y que de nada sirve atenderlo bien.
Investigación y realización Guillermo Zinni ©
Fuente: La Capital
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