Alstom pone sus fichas en la región

Jorgelina Hiba

Alstom prepara un desembarco poderoso en tierras santafesinas. El gigante francés de la energía y el transporte, una de las caras más visibles de la reconciliación entre el gobierno nacional y los inversores galos, aparece como el gran candidato para quedarse con la licitación del tren rápido Buenos Aires-Rosario. Además, fue una de las oferentes en la licitación para equipar y construir la usina generadora de ciclo combinado de 800 megavatios en Timbúes.

En ese marco de negocios hay que ubicar las recientes escapadas a Buenos Aires de los máximos responsables de la empresa durante los últimos dos meses. Philippe Mellier, el presidente de la sección Transportes de la multinacional, pasó furtivamente por la Capital Federal el 11 de mayo pasado, la misma semana en la que se hizo el llamado a licitación del tren rápido.

La semana pasada fue el turno de Patrick Kron, el PDG (presidente, director general) de Alstom, quien reafirmó ante la prensa el interés de su firma por suministrar equipamiento ferroviario y de generación de energía al país.

De los tres consorcios europeos interesados en construir el tren de alta velocidad -Alstom, Siemens (Alemania) y CAF y OHL (España)-, los franceses parecen ser los mejor posicionados para ganar la licitación por antecedentes técnicos, gestos diplomáticos recientes y nivel de lobby.

El grupo con sede en París tiene 70.000 empleados repartidos en 70 países, es el mayor constructor de trenes rápidos del mundo.

"Nuestra aspiración es poder contribuir al desarrollo de Argentina, de donde nunca nos fuimos, ni siquiera durante la crisis de 2001", señaló Cristina Alemis, communications manager de la firma.

Todo va bien ahora para el grupo francés, que estuvo a punto de quebrar hace apenas cinco años y que logró sobrevivir en buena parte gracias a la intervención del Estado de ese país, que le compró en ese momento un 21% de sus acciones y organizó una complicada asistencia crediticia de la que participaron más de 30 bancos.

La remontada comenzó a sentirse el año pasado, cuando la constructora Bouygues adquirió las acciones controladas por el Estado y se convirtió en el accionista principal.


Sintonía política
También parece haber cambiado la sintonía política entre el gobierno nacional y los representantes del Estado francés, una relación que tuvo su punto más bajo con el cruce de acusaciones entre Cristina Kirchner y Francis Lott (embajador en Buenos Aires) durante la campaña electoral de octubre de 2005. Vale recordar el reciente reconocimiento del canciller Jorge Taiana a las "inversiones francesas", el convenio de cooperación con Francia firmado en julio por el secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, y las repetidas visitas de los popes de Alstom al país.

En cuanto a la central termoeléctrica General San Martín, que se construirá en Timbúes, Alstom presentó el viernes la oferta técnica y económica para la provisión de equipos y construcción de la planta. En esa licitación compite con Siemens. En tanto, pelea con la misma firma y con Mitsubishi por la usina "gemela" que se instalará en Campana. De la partida quedó afuera la estadounidense General Electric.