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lunes,
21 de
agosto de
2006 |
Carta
al invierno
Que el verano es más popular que el invierno, eso lo sabemos todos. Las vacaciones se toman en verano, las chicas muestran las bondades de su anatomía, salimos a correr como locos, están las fiestas, vienen los Reyes Magos. Da la impresión de que todo lo lindo ocurre en el verano. Es por eso que el invierno ha hecho el intento infructuoso de imitar al verano. Los primeros experimentos fueron un desastre: calor y humedad insoportables. Temperaturas ajenas al otrora frío mes de julio. Hay que reconocer que con el paso de los días las pruebas fueron ganando calidad hasta llegar a momentos que se acercan a una jornada primaveral, pero nunca será como en el verano. Sin embargo, señor invierno, quiero acercar mis palabras solidarias, mi aliento en estas noches de soledad y ausente escarcha. Querido invierno, es usted tan o más necesario que el verano. Si no, ¿cuándo comeríamos exquisitos locros o tortas fritas?, ¿cuándo nos acostaríamos haciendo cucharita toda la noche debajo de pesadas y calientes frazadas?, ¿cuándo entraríamos a nuestra casa gozosos de estar bajo el cobijo de nuestras paredes y nuestro calorcito de hogar? Además piense en los fabricantes de abrigos, camperas, calefactores, estufas y tantos otros artefactos para calentar nuestra humanidad, gente trabajadora que confía en su obstinada y congeladora misión. Querido amigo invierno, no deje su identidad atrás, no olvide su función de llevar helados vientos a las hendijas, hacer salir vapor de nuestras bocas, amontonarnos junto a un fuego o dejarnos disfrutar un humeante tazón de chocolate. ¡Que se venga el frío y que viva el invierno!
Andrés Belizán
DNI 25.196.574
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