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domingo,
20 de
agosto de
2006 |
Coimas: el gobierno espera a la Justicia
"Debe resolverse en los Tribunales", dijo Alberto Fernández. De la Rúa insiste en que es una "operación"
El gobierno rehusó ayer opinar sobre la investigación del presunto pago de sobornos en el Senado, que tomó nuevo impulso tras la declaración de una ex secretaria de Remo Costanzo, al sostener que "es un tema judicial" que se debe resolver en ese ámbito. Así lo manifestó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien dijo que espera que "la Justicia investigue y la Justicia resuelva".
Mientras tanto, el ex presidente Fernando de la Rúa insistió en su versión de que se trata de "la misma operación política" en su contra. Por su parte, el ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez, quien venía hasta ahora manteniendo silencio sobre el tema, manifestó que el testimonio de la mujer sirvió como "sobreconfirmación" de la existencia de sobornos en el Congreso.
La declaración de Montero, quien era secretaria del ex senador rionegrino Remo Costanzo, renovó la discusión sobre el escándalo suscitado en abril de 2000, con la aprobación de la ley de reforma laboral, que provocó la renuncia de Alvarez en octubre del mismo año.
La testigo confirmó al juez Daniel Rafecas que se pagaron los sobornos, tal como aseguró el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto, y dijo que su jefe de entonces la amenazó con asesinarla si contaba la historia.
"Es un tema judicial, no nos involucramos en el asunto", dijo el jefe de Gabinete cuando fue consultado sobre la cuestión.
"No quiero ni hablar de este tema. Como en todos los temas judiciales, dejemos que la Justicia sea la que hable. De ningún modo queremos que nuestra opinión pueda entenderse ni en un sentido, ni en otro", señaló luego.
Tampoco quiso decir si el testimonio "reivindica" a Alvarez, quien renunció al gobierno de la Alianza al no encontrar eco con sus denuncias sobre coimas en la Cámara alta.
Además, evitó polemizar con De la Rúa, quien atribuyó la reactivación del caso a "una operación política" presuntamente orquestada por el gobierno. "Es una persona que está defendiéndose en esa causa", fue todo lo que dijo al respecto.
A su turno, el ex mandatario consideró que la declaración de Montero "es una mentira", y confirma que nada de eso existió", mientras admitió "no saber" cuál será su destino" procesal en la causa.
También repitió en que "todo esto es una operación política mediática, lo mismo que con Pontaquarto".
"Cuando fue a declarar, salieron Alberto Fernández y Chacho Alvarez y ocuparon todos los medios" de comunicación, se quejó.
El ex vicepresidente señaló que "nadie dudaba de lo que había pasado, eran muy pocos, pero todo testimonio nuevo, toda aparición de testigos, va a ser todavía más definitorio".
Agregó que el nuevo testimonio fue "redundante", pero reconoció que causó una "miniconmoción periodística, porque siempre es interesante saber los entretelones de cómo se manejaban estas cosas".
Un segundo testimonio complicó más la situación de Costanzo: Natalia Tolosa, una antigua secretaria del dirigente de Río Negro, confirmó ante la Justicia que Sandra Montero tenía una relación muy estrecha con el ex senador.
Si bien dijo que no sabía nada sobre los sobornos, con su declaración, Tolosa aportó veracidad a parte del relato de Montero y neutralizó una eventual desmentida de Costanzo, quien anteayer aseguró que no tenía ningún vínculo con la testigo, explicaron fuentes de la investigación.
"Dijo que Montero iba casi a diario al despacho de Costanzo, que ellos tenían una relación laboral y personal, y que a veces se quedaba sola con él en el despacho", indicó un funcionario judicial que interviene en la causa.
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Costanzo, en una situación complicada.
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