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domingo,
20 de
agosto de
2006 |
Le falta una
pierna y actuó
como señuelo
para un robo
Las muletas y una pierna menos no fueron obstáculos para un joven dueño de un frondoso prontuario policial, que usó su condición de persona inválida para ponerse como señuelo y asaltar junto con un cómplice a un vendedor de churros en la zona sur. Pero la picardía duró poco, porque efectivos del Comando Radioeléctrico los detuvieron cuando aún conservaban pertenencias de las víctimas.
El singular hecho ocurrió el viernes a la noche en Sánchez de Thompson y Grandoli, en la zona sur de la ciudad. Según fuentes policiales, el vendedor ambulante Eduardo Guzmán se desplazaba en bicicleta cuando en la esquina observó a un hombre lisiado que le hacía señas. Cuando se acercó comprobó que el hombre estaba en muletas y que le faltaba la pierna derecha.
Hasta allí todo normal. El presunto cliente le pidió que le vendiera una docena de churros, pero cuando Guzmán extraía las facturas apareció en escena otro hombre armado con un cuchillo, que demostró estar en complicidad con el lisiado. Así el vendedor terminó entregando, bajo amenaza de muerte, 20 pesos y el reloj pulsera. Una vez consumado el despojo, ambos delincuentes huyeron en bicicleta.
Así las cosas, el atraco fue denunciado a una patrulla policial que pasaba por allí. Los sospechosos fueron avistados en Chacabuco y Ameghino y detenidos con los objetos de Guzmán en su poder. Gonzalo A., de 27 años, tenía un cuchillo de 20 centímetros de hoja y el reloj del vendedor. David G., de 23, el ladrón cojo, era quien tenía el dinero.
Las fuentes indicaron que ambos cuentan con numerosos antecedentes penales, la mayoría en jurisdicción de la seccional 11ª.
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