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domingo,
20 de
agosto de
2006 |
Reflexiones
Entre encuestas y preparativos
Carlos Duclós / La Capital
Pese a la campaña de desprestigio en su contra llevada adelante por diversos sectores políticos santafesinos, con un claro propósito electoral, la imagen de Carlos Alberto Reutemann no sólo que se ha mantenido, sino que se ha fortalecido, lo que convierte al senador nacional y a su particular forma de hacer política en un fenómeno para el análisis de sociólogos y para la reflexión de políticos: mientras más calla, mientras más se aleja de la contienda electoral, mientras más renuncia, más crece su figura. Así lo indican algunas encuestas que, por otra parte, reflejan la credibilidad que el actual senador goza entre el electorado santafesino. La encuestadora de Hugo Haime, por ejemplo, hizo un sondeo en la provincia de Santa Fe cuyos resultados ya son públicos, pero que vale la pena recordar para el posterior análisis: el presidente Kirchner, en cuanto a intención de votos para las elecciones del próximo año, cuenta, nada menos, que con el apoyo eventual del 60,9 por ciento del electorado. Le sigue Elisa Carrió con un 11 por ciento, luego el ex ministro Roberto Lavagna, con casi el 8 por ciento y Mauricio Macri con el 6,7 por ciento. En cuanto a los dirigentes con mejor imagen en la provincia figuran primero Binner, con una imagen positiva del 56,6 por ciento; segundo Reutemann, que creció de un 43,1 por ciento que tenía en el 2005 a un casi 47 por ciento y allí nomás, pegadito, Rafael Bielsa con un 45,4 por ciento (porcentaje que habría subido en los últimos días con apenas dos o tres incursiones realizadas por el ex canciller por suelo santafesino). Respecto de Binner debe decirse que, de acuerdo con esta encuesta, su imagen positiva decreció cuatro puntos, lo que no deja de ser un dato para tener en cuenta. Otro relevamiento interesante, y para considerar, es el que realizó Analogías y está relacionado en este caso no con la imagen de los dirigentes santafesinos, sino con la intención de votos. Hermes Binner tiene el 29,6 por ciento, seguido muy cerca por Reutemann con el 24,7 por ciento. Pero lo cierto es que la encuesta se realizó precisamente cuando el ex corredor expresó que no sería candidato, con lo que es casi seguro que el guarismo hubiera aumentado si el senador hubiera dado su ok. En este relevamiento, el quinto lugar, y nada despreciable desde luego, lo posee sin ser candidata la diputada del Ari, Alicia Gutiérrez. No figura por ninguna parte el radicalismo que, entre otras cosas, parece ofrecerle al Frente Progresista liderado por Binner más problemas que otra cosa y se verá luego porqué.
Pero a la hora de analizar las encuestas nada mejor que tratar de escudriñar, si se puede, en aquellas que no trascienden y que son verdaderos estudios que no sólo muestran números, sino predisposiciones sociales, deseos y sugerencias para los dirigentes. Un encumbrado funcionario santafesino, no político, pero muy amigo del encuestador y sociólogo Zuleta Puceiro con quien tuvo ocasión de hablar “largo y tendido” en estos días, dijo a quien esto escribe estas palabras: “Primero Binner, pero allí nomás, después Reutemann y en cuanto a partidos primero el justicialismo con el Frente para la Victoria. No figura Rossi y Bielsa cuenta con una gran imagen”. La reflexión final del dirigente fue: “En Santa Fe, en lo que hace a resultados, todo está por verse”.
Sin lugar a dudas, estos números significan para Carlos Reutemann, muchas veces injustamente cuestionado por objetivos políticos, una suerte de desagravio. Y siendo que el senador ha manifestado su deseo de no ser candidato, constituyen, además, una gran esperanza para un Rafael Bielsa que viene a convertirse en la única opción que tiene el justicialismo. También muestran a un Agustín Rossi sin ninguna posibilidad. ¿Por qué este fracaso del diputado nacional? La respuesta debe buscarse en lo que un empresario avezado llamaría “la calidad del producto, la forma de presentarlo en el mercado y el plan para imponerlo”. Aun cuando Rossi es una buena persona, los asesores de Rossi no supieron presentarlo y menos imponerlo. El discurso del ex concejal fracasó porque no supo interpretar la necesidad de la gente, y sus movimientos no fueron compatibles con el tiempo. Además, el mejor cuadro que tenía, una figura intachable, María Eugenia Bielsa, parece que comenzó a tomar distancia de él y como dicen los vendedores ambulantes: “Como si todo esto fuera poco, parece que ya en la Casa Rosada le han dicho a Rossi que desista”. Sería juicioso que lo hiciera rápidamente, antes de que el enojo del “rey” corte los favores alguna vez concedidos. Por otra parte, en silencio, sin que trascienda, un grupo importante de dirigentes ligados íntimamente a Reutemann están efectuando reuniones casi periódicas. El grupo, conformado por dirigentes y legisladores de toda la provincia, conocido con el recordado nombre “Por Santa Fe”, parece que habría decidido dar más impulso a la máquina electoral y trabajar con fuerza en los distritos con miras a “agrupar al peronismo detrás de un gran elector” ¿Pero adónde irán a parar esos esfuerzos si Reutemann no participa? Según lo que dejan trascender ciertos dirigentes del sur santafesino pertenecientes a dicha corriente, no parecería que tales esfuerzos estuvieran dirigidos a apoyar a Rossi. En este marco, el ex canciller Rafael Bielsa se constituye en la única opción del Frente para la Victoria. Un Bielsa que sin dudas posee una imagen excelente y un talento incuestionable. Sin embargo, es menester que el justicialismo, y así lo indica la realidad, presente nuevas figuras, personas reconocidas por la sociedad con planes y proyectos. Es necesario, además, que cierta dirigencia que ya cumplió su ciclo, a veces para sí y jamás para la comunidad, ceda sus espacios. En ese aspecto, Bielsa tiene una ocasión histórica.
Las encuestas que dan vueltas por estos días sirven para demostrar al Frente Progresista que, aun cuando lidera todas las estadísticas, no es ganador y además que el radicalismo en realidad poco aporta a esa estructura como no sea fiscales para el día de la elección. ¿Y los votos de los intendentes? No parece que los votos de los intendentes radicales necesariamente deban pasar a Binner, pues contrariamente a la conducta electoral del peronismo (votar en bloque a todo lo que sea peronista) a los intendentes radicales los han votado independientes que no se manejan con tales criterios electivos. Así, el elector de Fighiera puede votarlo a Carlos Mariani, pero preferirlo a Bielsa para el orden provincial, por ejemplo.
Por otra parte, el radicalismo santafesino llega excesivamente fragmentado, cuestionados algunos de sus dirigentes y con severas disputas internas. En este marco, es mucho más lo que puede ofrecer el Ari, una fuerza poseedora de votos que podrían resultar decisivos. Y si otra cosa muestran estas encuestas es que, sin ninguna duda, el candidato del Frente Progresista debió haber sido el intendente de la ciudad de Rosario, Miguel Lifschitz quien, contrariamente a lo que le sucede a Binner, cuenta con una imagen que va en aumento progresivamente y conforme pasa el tiempo. Y un dato significativo es que la figura del intendente rosarino se ha instalado rápidamente en un puesto de relevancia en el plano provincial. A tal punto que las mismas personas que han obtenido informes de las encuestas cerradas, señalan que si fuera el candidato del Frente Progresista las posibilidades electorales del sector serían mayores y contundentes. ¿Será por eso que desde la Casa Rosada habrían procurado hacerlo caer en la tentación a don Miguel? Sin embargo no han podido. Tal vez el intendente, aun cuando no sea devoto y tenga mucha estima por el presidente, se haya acordado de la última parte del Padrenuestro, lo que da cuenta de su lealtad.
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