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domingo,
20 de
agosto de
2006 |
Evo Morales enfrenta un difícil momento
La oposición y los sindicatos bolivianos exigen la renuncia de al menos tres ministros acusados de corrupción
La Paz. - El presidente de Bolivia, Evo Morales, se recluyó a orillas del lago Titicaca para evaluar sus siete primeros meses de gobierno, mientras parecían crecer las protestas de sectores que exigían desde renuncias de ministros por ineficacia o corrupción hasta la expulsión de médicos cubanos. Morales convocó el viernes al encuentro de dos días a puertas cerradas a su vicepresidente, Alvaro García, a todos los ministros y viceministros, así como a aliados parlamentarios, 24 horas después de anunciar que no tiene intención de hacer cambios en su gabinete.
Al partir hacia la localidad lacustre de Huatajata, a unos 100 kilómetros al oeste de La Paz, el presidente indígena dijo que esperaba que del encuentro "cama adentro", o sin pausas, surjan acuerdos para acelerar transformaciones como la nacionalización de hidrocarburos.
Pero la decisión de Evo de mantener a todo el gabinete con el que inició su gobierno, no impidió que los maestros urbanos cumplieran el viernes una huelga nacional de 24 horas en demanda de la renuncia del ministro de Educación, Félix Patzi, quien es cuestionado también por la Iglesia Católica. Los sindicatos de maestros, que rechazan por "etnocéntrica" una propuesta oficial de reforma de la educación, discutieron en un encuentro nacional la convocatoria a un paro por tiempo indefinido, en claro desafío a Morales.
El mandatario enfrentó el miércoles pasado, por primera vez, abucheos cuando llegó al centro de Bolivia para participar en una fiesta católica, cuando algunos de los presentes le gritaban "ateo", por los intentos de su gobierno de abolir la enseñanza religiosa.
Al mismo tiempo, trabajadores mineros exigieron en por lo menos dos ciudades la renuncia del titular de Minería, Walter Villarroel, a quien acusan de favorecer a su sector, las cooperativas mineras, en perjuicio de un prometido relanzamiento de la empresa minera estatal Comibol.
El ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, por su parte, esperaba que el Senado, donde oficialismo y oposición tienen paridad de fuerzas, vote el próximo martes una moción de censura por la nacionalización petrolera y denuncias de corrupción en la estatal YPFB. El propio Morales salió al paso de las denuncias e insistió ante la prensa en que el trance es producto de una "conspiración de agentes internos y externos".
Asimismo, seis de los nueve gobernadores del país y varias organizaciones cívicas y empresariales están en proceso de organización para frenar supuestos planes hegemónicos del presidente Evo Morales. Según los diarios La Razón y El Nuevo Día, en esa nueva corriente opositora estarían los seis gobernadores disidentes del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por Morales, y diversos comités cívicos regionales.
A ese panorama se sumó el viernes el escándalo provocado por un médico cubano, de las brigadas de solidaridad financiadas por La Habana, que cerró el paso a reporteros que pretendían ingresar a un hospital con el argumento de que el inmueble era "territorio cubano".
Actualmente hay unos 1.400 médicos cubanos, además de más otros 300 profesionales de salud que brindan servicios gratuitos en todo el país, gracias a un convenio entre Morales y el gobernante Fidel Castro (ahora convaleciente tras una operación). Castro y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, son los principales aliados externos de Morales.
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