¡Fumadores, luchemos!

Estoy harto de tantas cartas de lectores tratando de explicar por qué tenemos derecho a que haya lugares para fumadores. Soy fumador, a mucha honra, y espero que el cielo tenga nubes con ceniceros. Pero mis amigos viciosos, ¡unámonos, no lloremos más por los rincones, no vayamos más a donde no nos den un espacio! Que los no fumadores se carguen al hombro la economía de los bares, restaurantes, discotecas y todos los negocios que nos discriminan. Que los no fumadores se junten con no fumadoras y tengan no fumadorcitos. Nosotros recuperemos las reuniones con amigos en nuestras casas, como antes, y hablemos y comamos, y fumemos hasta reventar o hasta arreglar el mundo o hasta el otro día. No pisemos más los lugares públicos ni paguemos los impuestos y hagamos las compras del súper por teléfono o internet mientras saboreamos un faso. No votemos a políticos que no fumen. Que ellos se ocupen de nuestros problemas y los arreglen. Cada vez la tendencia es a desunirnos más. Peleemos todos por nuestro espacio. Los dejo, me voy a comprar cigarrillos y hacerme socio de un club de fumadores.

Juan Esperanza, DNI 12.835.035

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