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 sábado, 29 de julio de 2006  
Las discusiones sobre la nueva ley de educación nacional
Entre la participación, la queja y el deseo de no ser manipulado
La convocatoria del gobierno despertó coincidencias y confrontaciones respecto de la enseñanza

La decisión del gobierno nacional de impulsar y contar con una nueva ley de educación antes de fin de año provocó en la comunidad, especialistas e instituciones de enseñanza reacciones de quienes quieren expresar coincidencias, hacer valer sus opiniones y hasta confrontar.

Entre las reacciones hubo quienes aplaudieron la apertura de este poco usual mecanismo participativo, quienes se quejaron de no haber podido tomar contacto con el documento o contar con escaso tiempo para leerlo, y hasta aquellos que por los fracasos de las políticas de enseñanza advirtieron que "no quieren ser manipulados".

También instituciones que hilaron más fino y recordaron la participación de funcionarios de educación en anteriores reformas que fracasaron, como si nadie en los 90 hubiera apoyado en forma explícita o no una política bajada vertical e inconsulta desde la Nación a las jurisdicciones.

La jornada nacional que el gobierno junto a los educadores de Ctera instalaron el 5 de julio en escuelas y jardines de infantes apuntó a reflexionar sobre cuatro puntos: centralidad del conocimiento, responsabilidad del estado en la educación, unidad del sistema educativo y revalorización del trabajo docente.

Entre los análisis realizados en mesas y debates a partir de mayo por especialistas de todas las escuelas pedagógicas se notó una fuerte coincidencia en la oportunidad que dio esta vez el ministro de Educación, Daniel Filmus, de abrir el juego a las opiniones, teniendo en cuenta que la mayoría de las políticas se dictaron desde los despachos de la calle Pizzurno.

Valoraron la existencia del documento base de diez puntos a debatir y consensuar, y un cuestionario "colgado" en Internet en el portal del ministerio, www.educ.ar, de la provincia de Buenos Aires, www.abc.gba.gov.ar, y de Ctera, www.ctera.org, que permite leer y "bajar" los principios de la norma y dejar sentada su opinión.

Respecto a la Iglesia, cuya opinión signó la historia de la enseñanza argentina, el debate la encuentra con opiniones críticas como la del arzobispo de la ciudad monseñor Jorge Bergoglio, quien mantuvo por estos días diferencias con Filmus, en alineamiento con gran parte de los postulados de la ley federal de educación sancionada en 1993. Sostienen que no quieren que se apliquen "recetas importadas" ni que se pierdan "los valores trascendentes y espirituales de la persona", y tampoco que se reemplacen aquellos artículos de la ley de los 90 que no fueron efectivos, como la nueva estructura.

En algunos prestigiosos pedagogos, entre ellos Graciela Frigerio (Centro de Estudios Multidisciplinarios), Guillermina Tiramonti, directora de Flacso y Carlos Torrendell (UCA), subyace la sensación de que la norma puede "no dar respuesta" por sí misma al actual escenario de desigualdad. Sin embargo, sostienen, puede ser "un instrumento político para cambiar el rumbo educativo".

Ellos celebran el debate, pero no están muy convencidos que la ley represente una herramienta de cambio, especialmente de la realidad cultural de los jóvenes y de la escuela media, de garantía de calidad ni tampoco de corrección de la pobreza. Aplaudieron la participación pero dejaron entrever su preocupación por el destino del debate si se trata de una cuestión supuestamente "cocinada".

En el ámbito universitario, el Departamento de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA consideró que la propuesta "limita el debate necesario a través de una participación democrática, a mecanismos de consulta" y cuestionó que "cuenta con tiempos exiguos y una agenda insuficiente".

En ciencias de la educación consideraron necesario "formular diagnósticos participativos que den cuenta e informen acerca de los principales problemas orientados a asegurar el derecho a la enseñanza".

"Se excluye la consideración de temas centrales como el financiamiento educativo", sostuvieron, y admitieron finalmente que "si bien existe una Ley específica, diversas voces proponen rediscutir criterios presupuestarios". (DyN)
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El futuro de la escuela fue discutido a principios de julio en las aulas de todo el país.

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