El silencio que aturde pidiendo justicia

"Buscamos justicia; encontramos impunidad". La frase suena lapidaria, pero resume en cuatro contundentes palabras el estado de bronca, dolor y angustia que une a la comunidad judía en su grito contra la falta de resultados en la investigación del atentado a la Amia. Doce años después no hay respuestas sólidas del Poder Judicial ni tampoco del político, a pesar de que los actores de turno hayan ido variando sucesivamente. No quieren más "anuncios rutilantes sino información concreta", sintetizó en su discurso el presidente de la mutual, Luis Grynwald. Por eso, más que nunca resultó apropiada la frase que, con letras blancas, clamaba la bandera negra ubicada sobre el palco donde se realizó el acto central, en la esquina de Pasteur y Viamonte. En el escenario, 85 rosas rojas y 85 velas encendidas en otra tanta cantidad de vasos representaban a las personas que mató la bomba, esa que estalló a las 9.53 y destrozó los sueños, las ilusiones, la vida, de tantas familias. La sirena sonó en señal de recuerdo y muchos de los cinco mil asistentes acompañaron con el llanto el sonido de la muerte.