"Es una tradición que estos viajes religiosos no salgan de la terminal"

El micro que tenía la inscripción correspondiente a la empresa Almirante Brown pero que no pertenecía a esa firma circulaba con "un amparo federal", dijo su propietario, Carlos Acosta. El dueño de la unidad habló anoche desde Reconquista con La Capital donde aún permanecía ocupándose de los traslados y las atenciones médicas de las víctimas del múltiple accidente de anteayer a la madrugada cerca de Reconquista.

Acosta agregó que el coche, donde viajaban ocho de los diez fallecidos, contaba con "inspección técnica y seguro", y, a su vez, confirmó que "es una tradición que este tipo de viajes (religiosos) salga de los barrios y no de la terminal".

Al colectivo lo había alquilado la firma Almirante Brown en 2002 por tres meses pero nunca le perteneció. Luego se dio de baja ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Además, es modelo 1993 y en larga distancia los ómnibus no pueden estar más de 10 años circulando.

"En las empresas hay coches muchos más viejos pero no se les dice nada porque son grandes monopolios y tienen prevendas", remarcó Acosta ofuscado porque "siempre se perjudican los que tienen poder", se defendió. De todos modos, el empresario reconoció que su unidad no tenía hecha la transferencia.

El chofer de este colectivo, Carlos Zapata, de unos 34 años, era trasladado anoche en ambulancia a Rosario con un brazo quebrado al que le colocaron tres clavos. "Estaba destrozado", puso de manifiesto Acosta. Tanto este conductor, como su acompañante, Juan Ricardo Gamarra, de casi la misma edad, se abstuvieron ayer de declarar ante el juez Jorge Fernández que entiende en la causa. De igual modo actuaron los choferes de la compañía cuyo colectivo estaba pintado con la inscripción Santa Lucía, y quien estaba al mando de El Pulqui.


Homicidio culposo
Los tres transporte de pasajeros permanecían a cargo de la comisaría de Las Garzas (población donde tuvo lugar la tragedia), un distrito del departamento General Obligado. En tanto, el hecho fue caratulado como homicidio culposo, lesiones graves y leves múltiples.

Paralelamente, se iniciaron las actuaciones administrativas por parte de la Dirección Nacional de Transporte ya que las firmas involucradas están fuera de la jurisdicción provincial.

De los 41 heridos que se registraron, dos personas permanecían en estado de gravedad: una mujer rosarina de 63 años, internada en terapia intensiva del Hospital Central de Reconquista, y el chofer de la empresa El Pulqui, José Miguel Martín, quien sufrió la amputación de una pierna y fue trasladado a Buenos Aires.

Por otro lado, Marta Inés Acosta, la hermana del dueño de la firman que utilizaba el colectivo con la leyenda Almirante Brown, recibió ayer antes de las 18 una amenaza telefónica en la que, además de insultarla, le dijeron que su casa, adonde vive con su hermano, iba a ser incendiada. El domicilio se ubica próximo a las viviendas de varios de los integrantes del contingente que había partido hacia la festividad de la Virgen de Itatí en Corrientes.

"Los pasajeros eran más mis amigos que mis clientes, ya que desde hacía seis años viajábamos juntos", confirmó el hombre antes de asegurar que "este tipo de viajes nunca sale de la terminal. Siempre se va recogiendo a los devotos, que se juntan en determinadas zonas de los barrios; ya es una tradición. Porque ni siquiera el que vende el viaje lucra con esto, la mayoría son promeseros", remató.