VI Cumbre Iberoamericana de Rectores

El rol de las universidades frente a la globalización

Representantes de distintos países de la región se dieron cita en Montevideo

Matías Loja / La Capital

Motivados por reflexionar e intercambiar experiencias acerca del rol que les cabe a las casas de altos estudios latinoamericanas, las autoridades universitarias de los países de la región se dieron cita la semana pasada en Uruguay. Debatieron sobre el futuro de la educación superior como bien público frente al proceso de globalización.

En este sentido, la pertinencia de las universidades públicas de Latinoamérica fue el tema central de un encuentro internacional que reunió a representantes de Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Panamá y España en la VI Cumbre Iberoamericana de Rectores de universidades públicas.

La reunión, desarrollada durante los días 6 y 7 de julio, se realizó en la Universidad de la República (Montevideo), y sirvió como espacio propicio para discutir sobre el papel de las instituciones de educación superior en la sociedad del conocimiento, su papel frente a la globalización, y como impulsoras de la integración regional, siempre desde la idea de la enseñanza superior como bien público.

"La cumbre es un espacio de encuentro que se viene realizando desde hace varios años, y es importante porque es una posibilidad de poner en discusión diferentes aspectos referidos a la marcha de la educación superior en los países latinoamericanos, que en muchas cosas tienen problemáticas similares", destaca el rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Mario Barletta, quien estuvo presente en las jornadas.

En efecto, la Cumbre Iberoamericana de Rectores se realiza desde fines de la década pasada con el fin de "mantener permanentemente, en este foro de reflexión, el análisis de la problemática específica de la universidad pública", según destaca el documento final del primer encuentro, realizado en Santiago de Chile, en agosto de 1999.

Buenos Aires (2000), Porto Alegre (2002), San Salvador (2003) y Guadalajara en 2004 fueron los demás lugares designados para la realización de la Cumbre, de cuyos documentos finales se desprenden las principales líneas de acción de las universidades públicas de la región.

De hecho, en la "Carta de Porto Alegre" del año 2002, los rectores de la región marcaron una honda preocupación ante el avance de corporaciones internacionales en el "mercado" de la educación superior, que según dicho documento "presionan por la transformación de la educación superior en un lucrativo mercado de ámbito mundial, con la consiguiente desregulación y eliminación de todo control de calidad, tanto de naturaleza legal, como política y fiscal".


Pertinencia social
En cuanto a la Cumbre de Montevideo, uno de los ítems que formó parte de las deliberaciones de los rectores latinoamericanos fue la contribución de las universidades en el desarrollo de la región, que según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), es la que evidencia mayores desigualdades en el planeta.

Al respecto, las autoridades universitarias señalaron en el documento final del encuentro que "el panorama social del continente es sumamente crítico, pleno de antagonismos y contradicciones", y subrayaron que "las políticas económicas aplicadas en los últimos años no han resuelto el déficit estructural de equidad, profundizando los fenómenos de malestar cultural, multiplicando los requerimientos sociales insatisfechos, hasta el punto de provocar, en muchos países, desconfianza en los atributos de la democracia y descreimiento en la legitimidad de sus instituciones".

Así, entre las preocupaciones que formaron parte de la agenda de discusión de los rectores cabe mencionar la inserción en el mundo de los países latinoamericanos desde un desarrollo autónomo y propio. En este sentido, Barletta, quien participó del panel "El futuro de las universidades en las sociedades del conocimiento", destacó que en dicho espacio surgió la idea de "los países latinoamericanos de avanzar hacia un desarrollo sustentable a partir del reconocimiento de la educación como clave para la generación del conocimiento necesario para ese fin".

"Si bien se coincide en la sensación que que hay un cierto alivio en el contexto de la región, a diferencia por lo menos de lo que pasaba hace algunos años, también es cierto que sería un error dejar pasar la oportunidad de generar instancias de desarrollo sustentable", afirma el rector de la UNL, quien considera al respecto que las universidades deben tener un rol central en ese debate, aunque también deben existir políticas de Estado que acompañen esa transformación.

Con respecto a la pertinencia social de las universidades, otro de los ejes debatidos en la Cumbre de rectores, Barletta remarca que en esto debe tenerse en cuenta la actitud que deben tomar las propias universidades en la democratización del conocimiento. "Uno de los mayores desafíos es promover la apropiación social de los conocimientos, porque la universidad no sólo debe preocuparse en transmitir conocimientos a quienes aceden a la educación superior, sino que también debe generar estrategias reales para que ese conocimiento llegue al conjunto de la sociedad", puntualiza Barletta.

"Durante tiempo -dice el rector de la UNL- las universidades han sido un espacio cerrado, y luego se generó una apertura, pero eso ahora ya no alcanza. La universidad debe salir e implicarse en los problemas de la sociedad, porque además de formar profesionales altamente capacitados, debe preocuparse por generar recursos humanos comprometidos con esas realidades", señala la autoridad universitaria.

Otros de los temas debatidos por los representantes universitarios fue el referido a la crisis presupuestaria del sector, producto de años de desinversión y de políticas de financiamiento sostenido para la universidad pública, que permita conjugar la calidad con la inclusión.

"Creemos que la universidad debe tender a articular ambos aspectos, y debe ser una decisión de los estados de ir hacia ese esfuerzo, pero las universidades no deben quedarse sólo en el reclamo presupuestario sino también generar, en la medida de lo posible, políticas propias de inclusión", puntualiza el rector santafesino.

Matías Loja

La preocupación de los rectores es formar profesionales comprometidos con el medio.