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sábado,
15 de
julio de
2006 |
El fuego fue sofocado por diez bomberos zapadores al cabo de dos horas
Se incendió un depósito
de cajones vacíos en el
Mercado de Productores
Las primeras hipótesis
sobre el origen del siniestro se inclinan por el daño "intencional"
Changarines, puesteros, compradores. El Mercado de Productores de Rosario en pleno se revolucionó ayer a las 10 cuando se detectó un incendio en el sector oeste, en un depósito donde se apilaban unos 8 mil cajones de madera vacíos. Dos autobombas, 10 bomberos zapadores y unos 20 mil litros de agua fueron necesarios para sofocar el fuego: un trabajo que llevó dos horas, entre abrir camino hacia el foco principal y arrojar agua. No hubo lesionados y las llamas no se propagaron por el resto del mercado, no obstante se cortó la luz en las tres cuartas partes del predio ubicado en 27 de Febrero 3699. Efectivos de los zapadores están a cargo de las pericias, no obstante ayer mismo se escucharon varias hipótesis sobre el origen del siniestro. Todo indicaría que fue "intencional", al decir de los expertos.
El problema se originó al lado de una pequeña cafetería en el ala más vieja del mercado, en "un depósito de vacíos" (tal como la jerga de los productores llama al lugar donde se guardan los cajones de madera que almacenan verduras). El espacio está alquilado desde hace ocho años por Ernesto Soressi, el titular de los puestos 22 y 23. Tiene 10 metros de largo por 4 metros de ancho y se ubica al lado de diez cámaras frigoríficas.
"Los cajones comenzaron a arder poco antes de las 10 y, prácticamente no se salvó uno. No puedo calcular la pérdida económica pero para mí no es poco", remarcó Soressi.
Incendio complejo
El bombero encargado del operativo fue Miguel Cansinos. "Se trató de un incendio complejo para trabajar. Tuvimos que abrir camino entre los cajones, se ingresaba a un pasillo pero era imposible ver algo", relató Cansinos absolutamente tiznado y empapado.
Los primeros pasos contra el fuego los dieron los empleados de seguridad del mercado, ayudados con las mangueras del lugar. Pero enseguida pidieron ayuda a los zapadores quienes, a la vez, alertaron a Defensa Civil (que aportó una cuba de 8 mil litros de agua) y a la comisaría 13ª de la zona. Mientras todo esto sucedía, en el mercado no se suspendía la actividad: por un lado circulaban carros repletos de cajones convertidos en brasas. Por el otro, los que llevaban verdura y fruta recién salida de las huertas del cordón verde de la ciudad.
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Fotos
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Unos 8 mil cajones de madera quedaron convertidos en brasas.
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