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 sábado, 15 de julio de 2006  
Los rosarinos se dividen tras la sanción de la norma antipucho
Muchos comerciantes la ven con buenos ojos e incluso los fumadores. En agosto se vienen las multas

La flamante ordenanza municipal aprobada por el Concejo para sancionar a las personas que enciendan cigarrillos en lugares cerrados y a comerciantes que lo permitan, ya genera controversia entre la gente. Si bien la norma se empezará a aplicar a mediados de agosto y previamente habrá campañas de concientización, los rosarinos dividen sus opiniones y por ahora, solamente por ahora, fumando esperan.

Mientras algunos fumadores consideran que "es correcto" respetar a los no fumadores, otros cargan contra las autoridades porque no se implementan políticas "más intensivas y extensivas" para abordar la problemática, que a decir de los propios fumadores, se transforma en una adicción difícil de abandonar.

Lo cierto es que anteayer se aprobó la ordenanza antipucho, que aplica duras sanciones a quienes fumen o permitan fumar en espacios cerrados tanto públicos como privados. La norma adhiere a la ley provincial 12.432, y establece un plazo de 30 días de campañas de concientización. Y para mediados de agosto se espera que unos 200 agentes comiencen a recorrer las calles en busca de infractores.

Las multas para quienes infrinjan la disposición irán de 50 a 150 pesos, mientras que los comercios que no respeten o hagan respetar la ley, deberán pagar entre 1.500 y 7.500 pesos.

Entre varios atados de cigarrillos y tazas de café en la mesa, un grupo de jóvenes fumadoras que ayer estaba sentado en la parte externa del bar de una galería, dividió sus opiniones. "Está bien que se respete no fumar en lugares prohibidos, pero la multa está mal", dijo Tata (26 años). "La Municipalidad ya no sabe más de dónde sacar plata", arriesgó Sol (22). Mientras que para Analía (26), "la gente está más concientizada. Ya no entran fumando a los comercios y los empleados tampoco lo hacen". Por su parte Joana (19) pidió a gritos no salir en la foto porque así su familia se iba a enterar que fuma.

En tanto, para los responsables de algunos comercios "no está mal sancionar también al fumador. Antes se contemplaba la multa al bar, y ahora tendrá cuidado quien prenda el cigarro", dijo María José Peláez, titular del bar Junior, en Mitre al 800.

Cruzando la calle, el que reflejó una postal casi calcada de la división que se plantea entre fumador y no fumador es el bar de la galería Plaza Mayor. Allí cuentan con un espacio abierto y otro techado. Paradójicamente, donde más personas había ayer a pesar del frío, era en la galería abierta. Casi todos echando humo.

Para el encargado de ese comercio hay algunos puntos de la disposición que no son claros en cuanto a su implementación. "Si no tenés identificación (DNI, carné de conducir), ¿llaman a la Guardia Urbana Municipal (GUM) y te llevan preso?, se preguntó Mario. Igualmente se mostró a favor de la disposición que castiga a quien no la cumple. Y agregó que ya tuvo la visita de inspectores y tenía todo en orden. "No hay ceniceros en las mesas y la gente no fuma dentro del local", aseguró. Igualmente, tanto María José como Mario coincidieron en que deberán poner más cartelería dentro de sus negocios con la prohibición de fumar. Es que para ellos la multa podría llegar a los 7.500 pesos.
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