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sábado,
15 de
julio de
2006 |
Fumadores
psicopateados II
Aquí estoy yo, fumadora, casi una delincuente. Los que durante 60 años hemos sobrevivido en este bendito país a debacles sociales y económicas de todo tipo, demostramos que pese a todo, y a fumar, nuestras arterias y corazón funcionan relativamente bien. Podríamos poner como ejemplo el diciembre de 2001. ¿Cómo pueden ser tan hipócritas, cómo un hábito socialmente aceptado e incentivado ahora se convierte en un delito? ¿Alguno de estos políticos que se desgarran las vestiduras y que ahora pretenden cuidar mi salud se preocupó, por ejemplo, por el genocidio de nuestros viejos y lo que pasó con el Pami en Rosario? No acepto una ley que invade mi derecho privado a ejercer una acción que supongo no es un delito, cuando puedo comprar el objeto del delito libremente. Sí acepto no invadir a los demás con mi humo. Tal vez podría controlarse el caño de escape de los colectivos también, pero como esto ya se ha convertido en la venganza de los no fumadores adhiero a la creación del gueto para los que los somos. Así, tal vez los que trabajamos 12 horas por día, en mi caso para llegar a fin de mes, los viernes al terminar la semana podamos sentarnos en algún bar a tomar un café, encender un cigarrillo y prepararnos en calma para ir al infierno de los fumadores, en el que supongo va a ver mucho humo.
LC 5.134.097
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