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martes,
11 de
julio de
2006 |
Alemania 2006. Lo que dejó el Mundial
Miles de italianos recibieron a los nuevos héroes
La selección italiana, que el domingo se consagró tetracampeón del mundo en Alemania 2006, aterrizó ayer en el aeropuerto militar de Pratica di Mare, cerca de Roma, y fue recibida por miles de aficionados que estaban esperando desde muy temprano la llegada de los nuevos héroes.
El capitán Fabio Cannavaro, alzando la Copa del Mundo, y el entrenador Marcello Lippi fueron los primeros en bajar del avión que los trasladó desde Berlín.
En ese preciso instante las autoridades de la recepción organizaron un show aéreo que contó con naves militares que pintaban el cielo con los colores de la bandera italiana: rojo, blanco y verde.
Luego el plantel azzurro abordó dos autobuses para trasladarse del aeropuerto hasta el Palazzo Chigi, donde fue recibido por el primer ministro Romano Prodi. Las celebraciones organizadas por las autoridades romanas culminaron por la noche con una enorme fiesta en el Circo Máximo.
Los jugadores italianos disfrutaron como niños y con ojos de asombro semejante bienvenida. Y uno de los más emocionados fue el capitán Fabio Cannavaro: "Estoy muy feliz de haber celebrado mi partido número 100 en la selección con un título tan importante", señaló Cannavaro.
El defensor, un verdadero emblema de la azzurra, no paró de ponerle palabras a sus emociones: "Fue una gran satisfacción. Vimos por televisión que Italia enloquecía y ahí nos dimos realmente cuenta de que habíamos concretado un sueño".
Otro de los artífices destacados en la obtención del título fue Gianluigi Buffon: "Creo que con un poco más de descanso podremos saborear esta felicidad. Todavía no comprendimos la importancia de lo que conseguimos. Este grupo demostró que es difícil de vencer", expresó el arquero.
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