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 domingo, 09 de julio de 2006  
Juicio por aberraciones y tortura contra una chica en un prostíbulo cordobés
La adolescente permanecía esposada y sin comer. El burdel era de un ex policía que tenía cautivas a mujeres

Córdoba.- Las imputaciones vertidas en un juicio oral y público sobre las aberraciones sufridas por una adolescente de 16 años en un prostíbulo cercano a Inriville, localidad cordobesa situada a 165 kilómetros al oeste de Rosario, complicaron la situación de los acusados. Los testimonios dieron cuenta de las torturas y vejaciones que padecía esa chica que era explotada sexualmente en ese lugar.

Jorge Luis González, un ex agente de la policía federal de 38 años, y tres jóvenes mujeres que trabajaron como prostitutas antes de la mayoría de edad, se encuentran entre los principales imputados del caso por delitos explotación sexual, privación de la libertad y reducción a la servidumbre.

El proceso judicial pasó a un cuarto intermedio hasta el 27 de julio, cuando el tribunal que preside el magistrado José María Roca cite a dos oficiales de la policía que al parecer estaban vinculados con González.

La Justicia comenzó a investigar este caso cuando a fines de noviembre de 2004 la adolescente escapó de una cueva en las inmediaciones del cabaret "Puente de Fuego", donde permanecía esposada a un hierro, sin comer, vejada y torturada.

Durante el juicio ante la Cámara del Crimen de Bell Ville, remiseros, guardias, clientes, policías y hasta una enfermera que declaró haber inyectado anticonceptivos a dos trabajadoras del lugar admitieron haber ingresado al local, pero dijeron desconocer que allí se ejerciera la prostitución.

González se encuentra imputado por promoción de la prostitución calificada reiterada, privación ilegítima de la libertad calificada, reducción a la servidumbre y rufianismo.

En las últimas jornadas del juicio, clientes del lugar dijeron que sólo concurrían para bailar o "tomar copas". Incluso la concubina de González, Fabiana Filipane, con quien tiene dos hijos, declaró ante el tribunal que su marido sólo "hacía changas" y que ella no sabía qué hacía en ese sitio.

La adolescente que escapó de la cueva aseguró que González la "mojaba y metía electricidad con cables pelados en los pechos" y que como se negaba a prostituirse le "vendaron los ojos, orinaban y defecaban en la boca".

Durante las audiencias estuvieron presentes funcionarios del Ministerio de Interior y de la red No a la Trata, quienes consideran que las trabajadoras sexuales del lugar, una joven de 21 años y otra de nacionalidad paraguaya, señaladas por la adolescente como autoras de las torturas, también son víctimas del policía.


Atormentar bajo amenaza
Otra de las imputadas y detenidas, Valeria Calderón, sobre quien pesan los mismos cargos formulados contra González, dijo que golpeaba a la adolescente bajo amenaza porque tenía miedo de que el ex federal le "quitara" a su hija de 6 años y la "prostituyera".

Calderón, que en un primer momento había dicho que era concubina de González y que él era padre de su hija, está acusada de regentar el prostíbulo. En su última declaración ante el tribunal dijo que había complicidad por parte de la policía y que González pagaba e invitaba a asados a personas que llamó "Ledesma y Rodríguez", por lo cual, cuando se retome el juicio, los agentes serán citados a declarar. (DyN)
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