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domingo,
09 de
julio de
2006 |
ZONA NORTE
Otro detenido
por el ataque
de un balazo
a un taxista
Un muchacho de 22 años fue detenido bajo la acusación de haber participado en el ataque sufrido doce días atrás por dos taxistas en una vivienda de la zona norte. Uno de los trabajadores permanecía anoche internado luego de haber recibido un balazo. Por el violento suceso ya habían sido apresados otros dos hombres.
Una fuente policial señaló que el tercer sospechoso, Alexis Matías A., de 22 años, fue arrestado el miércoles pasado mientras caminaba por Pizzurno al 1900. Según el vocero consultado, el muchacho tiene antecedentes penales por robo simple y robo a mano armada.
Para los investigadores policiales, todavía no aparece claro el motivo del ataque. Mientras una de las víctimas sostuvo que se trató de un intento de robo, los dos hombres apresados habrían relacionado el tema con una disputa entre hinchas de Newell's y Central.
Enrique Romero es un taxista de 35 años que el 19 de junio pasado recibió un balazo en el pecho mientras estaba en la casa de un amigo suyo en el barrio Parque Casas. Al parecer, Romero había llegado allí a partir de un llamado telefónico de José Luis Pereira, también taxista y de 46 años, luego de que éste sufriera un ataque a mano armada en su domicilio.
El episodio ofreció desde entonces varios aspectos confusos para la policía, a pesar de que Pereira insistió en que había sido un intento de robo. En principio, a los pesquisas les llamó la atención que los agresores fueran al menos dos veces a la misma casa donde, al parecer, la primera vez debieron retirarse ante la resistencia de la víctima. Según declaró el dueño de casa, uno de los maleantes le gatilló dos veces pero no salió ningún disparo.
Los intrusos escaparon, algunos de ellos heridos por los cuchillazos que repartió Pereira en el momento de resistir la incursión. Para cuando volvieron, ya con el arma cargada, Romero se encontraba en la casa de Pereira. Según dijo éste, había llamado a su amigo para que se quedara a cuidar al hijo mientras él iba a atenderse a un hospital de los golpes recibidos en la boca. En rigor, a los investigadores le llamó la atención por qué el taxista convocó a un amigo y no reportó lo que había pasado a la policía. En la segunda visita Romero recibió un disparo en el pecho y cayó malherido en el ingreso de la casa.
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