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 domingo, 09 de julio de 2006  
La propiedad intelectual en los países subdesarrollados
Cómo aprovechar el mercado de usados en patentes industriales
Un experto de la Ompi describió cómo se mueve el negocio de la sustitución de importaciones tecnológicas

Marcos Cicchirillo / La Capital

En el marco de privatización global del conocimiento y las monopolizaciones de los mercados a través del negocio de las patentes, "las multinacionales dejan algo de margen para jugar con este fuerte juguete", aseguró el representante de la Organización Mundial de la Propiedad Industrial (Ompi), José Luis Herce Vigil, en referencia a las vetas por las cuales los industriales -sobre todo de países menos desarrollados- pueden bucear entre las 56 millones de patentes que existen en el mundo para utilizarlas sin tener que pagar un centavo.

La explicación: en Argentina sólo están registradas alrededor de 50 mil patentes, "por lo cual hay más de 55 millones que no tendrían problemas de ser usadas en beneficio propio a nivel local", argumenta Herce Vigil. "Siempre y cuando esos productos no tengan como destino los países donde están patentados", aclara.

Aunque con matices, es lo que hoy ocurre en la guerra que decidió entablar justamente la multinacional estadounidense Monsanto contra los productores argentinos por el uso de su soja denominada "RR" en los países de destino de los granos producidos en la Argentina.

Este ingeniero químico y consultor mexicano afincado en Ginebra, didáctico hasta arrancar sonrisas en cada ejemplo que dio, disertó en Rosario en el marco de una jornada organizada por la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia. En esa oportunidad dijo que las consultas de industriales argentinos a la Ompi crecieron enormemente desde la devaluación.

La mayoría de los pedidos -señaló- responden a necesidades de innovación o sustitución de importaciones de tecnología, pero también a productos que fueron inventados hace un siglo "como el caso de una empresa que solicitó información sobre válvulas para gasolina", u otros que podrían entrar en la categoría de insólitos como las bandas gástricas para el tratamiento de la obesidad.


El espionaje industrial
Herce Vigil apuntó que la "inteligencia competitiva" (aclara que es la frase que encontraron diplomáticos y abogados para evitar otros términos más complicados jurídicamente como "espionaje industrial" o directamente "copiar") en el país está centrada en tecnologías referidas a las maquinarias agrícolas y pasteurizadoras, extrusores de soja y productos farmacéuticos.

Otras tecnologías patentadas rastreadas en el primer mundo y que se terminaron convirtiendo en nuevos procesos de fabricación en la Argentina fueron los contenedores de frutas y aparatos para el dragado de los puertos de la región.

Otros países, incluso hasta Cuba -que buscó y halló los dibujos de una patente para armar un restaurante giratorio en las alturas- vieron una oportunidad para aprovechar el conocimiento existente y no tener que empezar de cero, que en muchos casos -com admite Herce Vigil- les sería imposible ya que implicaría apostar a investigaciones que le demandarían recursos con los que no cuentan.

"Sólo las multinacionales tienen la capacidad de realizar investigaciones y reservas de mercados a nivel global al mismo tiempo", reconoce este funcionario de la mayor institución mundial en el tema de patentes.

Una ventaja es que el 97% de las patentes pertenecen a pymes de países avanzados, que como sus pares de otras partes del globo, sólo las reservan como mucho en un puñado de mercados, "que generalmente no son en el Tercer Mundo", de allí las posibilidades que se abren para los industriales locales.

Por eso, el funcionario azteca considera que en "países como los nuestros no debemos pretender producir la cantidad de patentes como sucede en los países avanzados, pero sí podemos usar esa información para aplicar todas esas experiencias en nuestras industrias".

El representante de la Ompi dijo que existentes más de 5.000 consultores alrededor de la organización que pueden ser aprovechados por los industriales para apoyarlos en la "inteligencia competitiva" y de forma "gratuita" (ver aparte).

Aunque en la Universidad del Litoral y en otros tres puntos de la Argentina existe un punto de contacto con la organización, la Dirección de Asistencia Tecnológica provincial (DAT) ubicada en La Siberia está negociando para instalar un nexo en Rosario.


Un camino en la historia
En este sentido, Herce Vigil se remonta a la historia de Estados Unidos para demostrar como el país del Norte adoptó las tecnologías existentes y una vez alcanzada cierta escala casi sin darse cuenta se transformó en un gran productor de patentes.

Más cerca en el tiempo tomó el ejemplo de países como Vietnam, que "recibió más bombas durante la guerra con Estados Unidos que todos los países europeos durante la Segunda Guerra Mundial" según el especialista y logró renacer de las cenizas hace treinta años. También citó otros ejemplos como China o India países que "también empezaron adoptando tecnologías existentes y hoy se han transformado en grandes productores de patentes".

Herce Vigil se agarró de estos ejemplos para mostrar uno de los caminos que se tendría que tomar en países con menor desarrollo industrial para avanzar más rápido y sin gastar esfuerzos en "cosas que ya están pensadas".

Una idea que el especialista robusteció comentando cómo en una etapa de su vida el estadounidense Tomás Edison le vendió a sus socios todas las patentes que había producido hasta ese momento. "Algunos creían que estaba loco, sin embargo el les respondió: Yo empiezo donde se quedó el último", concluyó.
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José Luis Herce Vigil, representante de la Organización Mundial de Propiedad Industrial.

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