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domingo,
04 de
junio de
2006 |
Una loca
persecución
Escribo sobre las multas que se harán a quienes fumen en lugares públicos cerrados, donde está prohibido hacerlo por ley. Me parece bien que el que fume no moleste a los demás, pero ¿no es hipócrita perseguir a los fumadores como si fueran delincuentes y multarlos? ¿Qué podemos decir entonces de la contaminación que tenemos que padecer todos los días con el solo hecho de salir a la calle y respirar el humo de los caños de escape? ¿Y de la mugre que deja la gente en lugares abiertos como parques y plazas? De esto nadie dice nada.
María Rosa Bevacqua
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