No venden entradas, pero hay

Multitud de hinchas alemanes se han quedado sin entradas, sin embargo, existe el temor de que miles de asientos puedan quedarse vacíos.

Para la adjudicación de los 3,07 millones de entradas, los organizadores idearon un sofisticado sistema que persigue reforzar la seguridad, evitar el mercado negro y atender a todos los implicados en la celebración del Mundial.

Al público en general se le vendió algo más de la tercera parte de las entradas, mientras que el resto se repartió entre las federaciones y patrocinadores.

El presidente del comité organizador, Franz Beckenbauer, manifestó que existe el peligro de que "algunas federaciones extranjeras no devuelvan el paquete de entradas" en el caso de no utilizarlas, y por ese motivo puedan quedar localidades vacías. Lo mismo podría ocurrir con las localidades destinadas a los patrocinadores.

El temor a que queden localidades sin ocupar lo demuestra el hecho de que hace algo más de un mes se le preguntó al Ejército alemán si soldados vestidos de civil podían ocupar los asientos vacíos, idea que finalmente se descartó.

El propio Blatter reconoció que lo de las entradas "es un tema espinoso, pero tiene que ver con la seguridad, y si la seguridad está por encima de todo, entonces hay que cargar con las consecuencias".

El suizo adelantó que en el Mundial de Sudáfrica 2010 será la propia Fifa quien se encargue del expendio de las entradas.