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miércoles,
31 de
mayo de
2006 |
Unas 39 millones de personas en el mundo viven con HIV
Se mejoró el acceso a los medicamentos, pero la respuesta de los gobiernos a la epidemia es débil
El Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre Sida (Onusida) dio a conocer su último y más completo informe sobre la situación de la epidemia en el mundo, por el cual se estima que, a finales de 2005, alrededor de 38,6 millones de personas (entre 33,4 y 46 millones) vivían con HIV, se produjeron 4,1 millones de contagios y hubo 2,8 millones de fallecimientos. El organismo destacó que se mejoró el acceso a los medicamentos para contrarrestar la enfermedad, pero criticó a los gobiernos por la "débil respuesta" a la epidemia.
Las cifras son algo más bajas que las que reflejaba el anterior informe, correspondiente a diciembre de 2005, pero se explicó que estas diferencias se deben, sobre todo, "a la mayor cantidad de datos disponibles y al mayor número de población analizada, más que a un descenso en la prevalencia del HIV".
El trabajo, llevado a cabo en 126 países, ha tenido en cuenta, por primera vez, a todos los adultos mayores de 15 años y no sólo a los que se encuentran entre los 15 y los 49 años, como era habitual.
A lo largo de 2005 sólo el 9% de los hombres que mantuvieron relaciones homosexuales recibió algún tipo de información sobre la prevención del sida, el mismo porcentaje que se vio en las mujeres embarazadas.
Programas contradictorios y escasos
Otra de las críticas que hace Onusida es que a pesar de que el 90% de los países cuenta con una estrategia nacional para combatir el sida, los sistemas para implementar esas políticas son contradictorios y escasos, y los programas de prevención sólo alcanzan a una minoría. Incluso hay signos de que la prevención está disminuyendo en algunas regiones, lo que supone que "se ha perdido una gran oportunidad para reducir los contagios".
El informe alerta de que tanto los gobiernos como las iniciativas internacionales han fracasado a la hora de proporcionar el apoyo y el cuidado necesario a los 15 millones de niños que se han quedado huérfanos por culpa de la enfermedad.
Peter Piot, director de Onusida, considera que el panorama no es esperanzador, ya que el virus ha aumentado en casi todas las partes del mundo. "Las epidemias se están diversificando, con infectados por mantener sexo sin protección y por utilizar agujas no desinfectadas". "Por primera vez, después de un cuarto de siglo de epidemia, el mundo tiene los medios para empezar a cambiar la evolución del sida. Pero el éxito dependerá de un acuerdo sin precedentes entre todos los actores sociales para dar una respuesta coordinada a la enfermedad y para mantenerla a lo largo del tiempo", concluyó Piot. (AP y Reuters)
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