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miércoles,
31 de
mayo de
2006 |
Transporte. La compañía con planta en María Juana ampliará su contrato de provisión a Techint y mira al mercado brasileño
Sabb inauguró su astillero local de barcazas y busca clientes
La firma prevé llegar a producir 5 unidades mensuales en 2007. Buscan consolidar la fabricación en serie
Sandra Cicaré - Marcos Cicchirillo / La Capital
La empresa Sabb inauguró la primera fábrica de barcazas en serie de la Argentina, que funciona en su planta de María Juana, y en el astillero para su botadura, en las instalaciones del puerto de Rosario.
La firma de capitales nacionales firmó un contrato de provisión con la empresa Ternium Siderar, del grupo Techint, para proveer a la compañía de 12 barcazas y cuya entrega pretenden completar en agosto próximo. Pero al mismo tiempo ya piensan en planes de expansión. Por un lado para ampliar el convenio con el gigante del acero y, por otro, para abastecer entre 12 y 14 naves a una compañía de Brasil.
Un camino que miran con atención son las líneas de financiación a través de leasing que anunció el Banco Nación. "La apuesta es la fabricación en serie, algo que no se estila en la industria naviera, pero cuyo modelo lo tomamos de la industria ferroviaria", precisó el presidente de Sabb, Diego Lamédica, durante el acto que se realizó ayer en el predio concesionado a la compañía en el puerto local.
El mismo contó además con la presencia del gobernador Jorge Obeid, el ministro de la Producción provincial, Roberto Ceretto; el intendente Miguel Lifschitz, el presidente de Terminal Puerto Rosario, Guillermo Salazar Boero, el presidente del Enapro, Carlos Retamero, su antecesor y actual titular de Assa, Juan Carlos Venesia, en representación del gobierno nacional, el jefe de asesores del Ministerio de Infraestructura, José María Caula.
Lamédica señaló que actualmente la producción alcanza las dos barcazas y media mensuales y pretenden llevarla a cinco por mes en 2007, lo que implicará al mismo tiempo contratar entre 50 y 70 nuevos trabajadores para la planta de María Juana y una cifra similar en Rosario.
El proyecto, que arrancó como una idea en 2004, demandó una inversión de 7,5 millones de pesos, de los cuales 3,7 millones fueron destinados al montaje del astillero.
La firma metalúrgica inició su plan de reconversión una vez que se aseguró un comprador. En este caso se trató de la firma del grupo Techint, que no sólo fue el principal proveedor de su materia prima, el acero, sino el comprador del producto terminado: las barcazas, que utilizará como flota propia para traer el mineral de hierro desde Corumbá .
"Fue un trabajo en equipo, tuvimos que pactar un precio y lograr que la barcaza construida sea más competitiva que una fabricada en Paraguay con acero brasileño", explicó el director general de Ternium Siderar, Martín Berardi.
Además de la segunda fase del proyecto, que contempla la entrega de otras doce barcazas en febrero, "la idea es avanzar paulatinamente en convoyes cada vez más dedicados a nosotros", dijo Berardi, quien explicó que los planes de la siderúrgica son bajar desde Brasil 2,7 millones de toneladas de mineral por la hidrovía, contra los 2 millones actuales. "Cada convoy baja 250 mil toneladas al año y con estas barcazas tenemos aseguradas 500 mil con equipos propios y el resto lo contratamos", dijo.
Modelo fordiano
El proyecto ferro-naval de Sabb difiere del concepto tradicional de astillero que se dedica a la construcción de naves por unidades. En este caso, se trata de una producción en serie. "La intención es ir cinco o seis meses adelante con los contratos para no tener que parar la producción", explicó Lamédica. En el acto de inauguración de ayer el empresario intercambió teléfonos con un directivo de una empresa agroexportadora de la región que se mostró interesada en convertirse en un futuro cliente.
Actualmente Sabb destina el 40% de su capacidad instalada de la planta de María Juana a la fabricación de barcazas. Según precisó Lamédica, el nivel de facturación del rubro naval es 200% superior al del ferroviario.
En los próximos días finalizarán los trabajos para que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) pueda abastecer de energía al astillero rosarino, que hoy trabaja con un generador propio.
El gobernador Obeid consideró que un emprendimiento de este tipo incorpora "un elemento más a este sistema estratégico para el país como es la hidrovía", que tiene un importante potencial de desarrollo.
En este sentido, Nora Julián, presidenta del fondo de inversión Tiasa, que financió la construcción del astillero en Rosario, señaló que el desembolso estuvo vinculado a que "la hidrovía y el tema barcazas iba a tener mucho crecimiento".
"Nuestros inversores aceptaron financiar este proyecto -que no es financiar a la empresa Sabb sino la iniciativa- y también lo estamos haciendo con vagones de carga de Ferroexpreso Pampeano y varias compañías más", dijo Julián, quien aclaró que todo está vinculado a la solvencia de las garantías.
Según los directivos de Sabb la nueva veta de negocios puede despuntar por el transporte de cereales, que podría imprimirle una nueva dinámica al sector. "Creemos que el recambio de barcazas alcanzará las 100 unidades por año", concluyó Lamédica.
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Fotos
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funcionarios, empresarios y obreros observan la primera barcaza.
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