Año CXXXVII Nº 49099
La Ciudad
Opinión
Policiales
La Región
Información Gral
El Mundo
Política
Economía
Escenario
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Página Solidaria


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 30/04
Mujer 30/04
Economía 30/04
Señales 30/04
Educación 29/04
Estilo 29/04
Autos 27/04
Salud 26/04
Página Solidaria 26/04

contacto
servicios
Institucional

 miércoles, 03 de mayo de 2006  
Sin pruebas, absuelven a un condenado por violación

Una adolescente que en principio denunció haber sido violada en varias ocasiones y que luego se desdijo fue un argumento. Y la insuficiente recolección de pruebas reunidas durante la etapa del juicio fue el otro fundamento esgrimido por los integrantes de la sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Penal para revocar un fallo condenatorio a 12 años de prisión en perjuicio de un hombre de 36 años, que terminó absuelto por el beneficio de la duda.

El fallo unánime de los jueces Rubén Jukic, Antonio Paolicelli y Ernesto Navarro benefició a Gustavo A.G., pero a la vez condenó por el delito de "amenazas coactivas y lesiones leves" a María I.H., pareja del primero. Se trató de "un caso complejo" donde se comprobó que Paula, sobrina de uno de los imputados, llegó a mentir en cuanto a la agresión sexual, pero que también sufrió un "estremecedor cuadro de sometimiento y maltrato físico" por parte de María, según comprobaron los magistrados.

La chica, que en el momento de los hechos tenía 14 años, convivía con la pareja y sus propios hijos en un área muy humilde de la zona sur y era obligada bajo presión a trabajar en la casa. "La imposición a la menor de reglas de trabajo y comportamiento familiar que por el contrario no les exige a sus propios hijos dan entonces una imaginan asimilable a la de una especie de Cenicienta sometida a una suerte de cuasi-servidumbre en provecho del resto de la familia", escribieron los jueces al valorar la conducta de la mujer y el marco en el que vivía la piba.

En agosto de 2003, la menor le había confiado a personal de la escuela a la que asistía que su tío la había violado en varias oportunidades y que esa agresión se producía desde hacía dos años. También narró que su tía la maltrataba y que amenazaba con matarla si no limpiaba y ordenaba todo en la vivienda.

Con respecto a la mujer, se llegó a probar que la golpeó con un cinturón y que le quemó la cara con una cuchara caliente. Gustavo G. fue detenido de inmediato y acusado de "abuso sexual agravado por acceso carnal", mientras que su mujer fue llevada a juicio por amenazas coactivas y lesiones leves.


Una pericia de relieve
Los imputados fueron condenados en julio del año pasado a doce años prisión, en el caso de Gustavo G., y a tres de ejecución condicional a la mujer. El abogado Horacio Corbacho, patrocinante de la pareja, apeló ante la Cámara Penal en desacuerdo con el mismo al considerar: "En la tema de la violación sólo se valoraron los dichos de la menor y una pericia psicológica en la que se puso de relieve que no tenía tendencia a fabular. Con esos elementos únicamente se lo condenó. Después, no surgió ninguna una prueba de una violación", argumentó el abogado.

El tribunal de alzada dio por probada la situación de maltratos por parte de María, pero hizo la salvedad con respecto a la violación. Los jueces comprobaron, y así lo hicieron constar en el fallo, que la chica mintió y meses después de haber denunciado el hecho, en febrero de 2004, se desdijo y desincriminó a Gustavo. "Paula ha mentido. Ante el juez de Menores contó que fue otro quien la violara y en tiempo y circunstancias distintas y que el actual imputado no le hizo nada", argumentaron.

Sin certezas para condenar, los jueces revocaron entonces la condena a Gustavo, que pasó más de dos años preso.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados