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 miércoles, 03 de mayo de 2006  
Berlusconi allana el camino para formar nuevo gobierno

Roma. - El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, presentó ayer su dimisión poniendo fin a semanas de incertidumbre política y abriendo el camino para que el líder de centroizquierda Romano Prodi forme un nuevo gobierno. Su dimisión supone el final de un turbulento mandato de cinco años como premier del millonario magnate de los medios, que llegó al poder prometiendo un milagro económico pero en su lugar presidió un largo período de estancamiento.

También supuso el inicio de un giro hacia la izquierda para la tercera mayor economía de la zona euro mientras Prodi lleva al poder a su incómoda coalición, en la que están presentes desde comunistas a católicos moderados.

El presidente Carlo Azeglio Ciampi pidió al magnate de los medios de comunicación que continúe como premier en funciones hasta que se forme el nuevo gobierno.

Berlusconi, que a menudo advirtió a los italianos de la amenaza que suponen los comunistas, debió informar personalmente de su dimisión al jefe del Partido Comunista que ahora es el nuevo presidente de la Cámara baja. Al ser consultado sobre cómo fue la breve reunión con Fausto Bertinotti, Berlusconi dijo: "Muy bien, siempre me he llevado bien con él".

Prodi, que ganó las elecciones por el margen más estrecho en la historia moderna de Italia, se congratuló de la dimisión largamente esperada. "Ahora nos corresponde formar un nuevo gobierno en el calendario que establezca el presidente", dijo Prodi.

No obstante, seguía siendo incierto ayer si Prodi recibirá el encargo de formar gobierno del presidente Ciampi, de 85 años, o ya de su sucesor. La elección del nuevo presidente está prevista para mediados de mayo.

La elección del nuevo presidente de la república italiana ha desencadenado una fuerte pugna entre los dos bloques. Mientras que la alianza de centroizquierda pretende imponer a su candidato, Massimo D'Alema, Berlusconi exige que el nuevo jefe de Estado no provenga de ningún modo de esa coalición. El propio Berlusconi tiene interés en el cargo.
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