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 domingo, 23 de abril de 2006  
Sectores. La industria prevé lograr este año una producción de 73 millones de pares, 12% más que en 2005. Las salvaguardias que obtuvo no alcanzaron para bajar los precios
El calzado se viene entonado

Patricia Martino / La Capital

Se vino el frío y las vidrieras de los comercios se plagaron de botas, zapatos y carteras de cuero. Resulta casi imposible caminar por los centros de compra de la ciudad sin percibir que el marrón domina la temporada, aunque tampoco a nadie escapa que los precios treparon por las nubes y la vidriera que primero seduce, por momentos, decepciona.

Aunque los dirigentes de las cámaras que nuclean a los fabricantes del sector argumentan que la industria absorbió el incremento de costos, en el que inciden tanto el aumento del precio de los insumos como las recomposiciones salariales de la mano de obra, la realidad muestra lo contrario. Por caso, un par de botas que el año pasado costaba 120 pesos hoy no baja de los 180 pesos el par.

Según datos de la industria, el aumento de la producción permitiría llegar este año a los 73 millones de pares, en función del espaldarazo que le dio al sector las restricciones en la importación de calzado proveniente de Brasil a raíz de los acuerdos bilaterales entre la Argentina y el país vecino. Sin embargo, la ventaja no se refleja en los precios del mercado interno.

Durante los últimos meses, la industria argumenta que los constantes aumentos en los productos derivados del petróleo que utiliza la industria del calzado y la puja por el cuero, inciden drásticamente en el incremento de precios, pese a que este último insumo no está escaseando en esta época y sus valores se mantendrían a raíz de las restricciones para frenar su exportación.

Además, y pese a los acuerdos de precios logrados con el gobierno, desde la industria advierten que como en abril comenzará a regir un aumento salarial de los trabajadores del rubro, los números ya no cerrarían para los empresarios, lo que los llevaría a mover los precios al alza. En este sentido, el gremio acordó que desde el próximo mes los haberes se incrementarán un 8% y en septiembre habrá otra suba del mismo porcentaje.


Los números del sector
La industria del calzado cuenta con 30 mil puestos de trabajo en forma directa y otro tanto en forma indirecta, precisaron fuentes del sector.

El titular de la Cámara Argentina de Industriales Proveedores de la Industria del Calzado (Caipic), Francisco Pugliese, advirtió que el acuerdo firmado con el presidente Néstor Kirchner que eleva de 8 al 15 por ciento las retenciones "permitirá que no aumente el calzado" y "no afectará a la rentabilidad" de las empresas del sector.

Es que el aumento de las retenciones permitirá que los cueros no se sigan exportando tanto y así se evite que suban los precios de los calzados, consignó el directivo.

Los principales referentes de la cadena del cuero y la marroquinería firmaron un convenio con el gobierno por el cual se comprometieron a mantener por 180 días el precio de sus productos. Con la firma del mismo, las curtiembres, la cadena de valor del calzado y las marroquinerías se unieron al resto de los sectores que se comprometieron con la administración de Néstor Kirchner a "contribuir para no disparar que no se dispare la inflación". Pugliese señaló que los costos son afectados por el aumento de la mano de obra y materias primas. "El sector tiene un volumen de trabajo que no hubo casi nunca, pero hay que tener cuidado, porque podemos derivar en una carrera inflacionaria que los argentinos conocemos. Todos tenemos que tener trabajo y no inflar los costos como se hace a veces previendo posibles aumentos a futuros", apuntó el dirigente.

Por su parte, Alberto Serra, gerente de la Cámara de la Industria del Calzado y Afines de Santa Fe, indicó que "al haber menos exportación de carne, disminuirá la cantidad de cuero y por lo tanto, menos oferta y el precio de este insumo aumentará". En rigor, señaló que el 85% de los cueros que se curten se exportan y el 15% queda para la industria local.

Si bien destacó que la intención es que se mantengan los precios, dijo que "muchas veces los formadores de precios no son las industrias ni los proveedores sino que dependen de escalones más atrás como ocurre con los insumos derivados del petróleo que necesita la industria del calzado".

En tanto, advirtió que cuando se implemente el aumento del 16% de los salarios de los trabajadores "tal vez los precios del calzado aumenten".

Por otra parte, aunque para este año se prevé que la producción de todo el país llegará a 73 millones de pares, un 12% más que el año pasado, Serra se mostró preocupado por "la amenaza permanente de la importación". En ese sentido, un informe del Observatorio Pyme de la Nación indica que 40% del pequeño y mediano empresariado se siente amenazado por las importaciones desde China y Brasil. "A pesar de la devaluación, casi el 40% de las pyme industriales manifiesta sufrir severas amenazas a sus ventas en el mercado interno", indica el estudio de la entidad.

En rigor, el trabajo indica que "en sectores como cuero y calzado, el 88% de las empresas se sienten severamente amenazadas.

De acuerdo con la fundación, "en un mercado industrial sólido y dinámico lo razonable es que la sensación de severa amenaza pudiera ser sentida por el 10-15% de las empresas".

El principal motivo por el cual el 80% de las pyme industriales no logra entrar al mercado exportador, no es el tipo de cambio sino -según señalan- la "insuficiente capacidad productiva y comercial para vender en el exterior".

La investigación logró determinar que la nueva relación cambiaria entre el peso y el dólar no sirvió para que se incrementara la cantidad de empresas pequeñas y medianas dedicadas al comercio exterior. "A pesar de la devaluación, la apertura exportadora del sector de las pymes industriales está fija en niveles cercanos al 10%, similar o inferior al registrado en los mejores años de los noventa", destaca el trabajo.

Además que "las exportaciones aumentaron, pero mucho más aumentaron las ventas al mercado interno". No obstante, gracias a las salvaguardias implementadas por el gobierno nacional que frenó las importaciones de Brasil y China, la recuperación de la industria es evidente y llega hasta sus proveedores que buscan exportar productos de otros países de la región.
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Los precios del mercado interno alarman. Los beneficios no pudieron frenar la escalada.

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