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domingo,
23 de
abril de
2006 |
El proyecto Pichincha
debe ser corregido
Con respecto al proyecto para el barrio Pichincha quiero hacer las siguientes observaciones.
Altura: si se quiere mantener uniformidad, deben tener todos los edificios la misma altura: ni libre, ni mínima, ni máxima. Deben tener 100 metros todos, para mantener la proporción estética con un palier de ingreso de 7,5 metros (salvo locales comerciales).
Palier ingreso triple de altura obligatoria: brillante. Obligará a construir edificios de alta gama, premium, que harán de esa zona la más atractiva de la ciudad, dado que no hay otros similares. No se encuentran en Rosario edificios con ingresos de triple altura. Lo que no es justo -y opuesto a la reglamentación de Buenos Aires- es que la altura se cuente desde el suelo y no desde los 7,5 metros de altura del palier.
Torres: excelente su prohibición, dado que obliga a mantener uniformidad.
Retiro: no es malo ni bueno, per se. Lo que es arbitrario, injusto, antiestético y desafiante de la estética y el sentido común es que una misma cuadra -avenida del Valle-Rivadavia entre Callao y Pueyrredón- tenga la mitad con retiro y la otra mitad sin retiro. ¿Cuál es la causa de semejante medida?
Balcones-terraza: deberían tener un ancho de tres metros y llevar la profundidad a 23 metros para valorizar aún más la vista al río. Poniendo un máximo de 20 metros se harán balcones mezquinos.
Esquinas de avenida del Valle y Callao: ¿por qué son castigadas?
Sentido social de justicia tributaria: hoy se paga por TGI un valor por terreno supuesto de $100. Si se hiciera un edificio de 10 pisos, tributaría $2.000 por 10 pisos más plus de categoría. Si fueran de 30 pisos tributarían $6.200 por más metros cuadrados y plus de categoría.
Esto lo pagarían los ricos y se redistribuiría a los pobres a través de salud pública, obras en barrios rezagados, etcétera. Se crearían miles de fuentes de trabajo, compra de materiales inconmensurables, con su consiguiente mayor tributación. ¿Cómo un gobierno socialista no enarbola esta bandera?
Experiencia: los 36 metros de altura rigieron desde hace muchos años y los resultados están a la vista: esa zona hoy es terrible. No hay una sola obra de importancia. Es antro de grescas nocturnas en la salida de boliches, borrachos por doquier. Lleno de pocilgas. ¿Volveremos a tropezar con la misma piedra? Los resultados del proyecto Pichincha ya los estamos viendo hoy. Serán los mismos. El proyecto Pichincha debiera ser corregido y además llamarse "Conquista del Far West".
"Chicago Argentina": a principios del siglo XX nos llamaban la Chicago Argentina por motivos que no debieran enorgullecernos. Hoy Chicago, una de las ciudades más bellas del mundo, tiene el mercado del futuro más importante de Estados Unidos (no New York). Rosario, también, el Rofex (no Buenos Aires). A Chicago la cruza un río. Navegando por él, uno mira a cada orilla y sólo ve enormes edificios, todos espectacularmente hermosos y altos. ¿Esto perjudica o beneficia a esa ciudad? Por favor, señores del gobierno municipal: hagan que a Chicago la llamen la Rosario norteamericana, pero por motivos que sí nos enorgullezcan a todos.
Ricardo Yrigaray
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