Castells contraataca y prepara querellas por su detención

El gobierno chaqueño está en la mira

El líder piquetero Raúl Castells advirtió que presentará querellas contra autoridades del gobierno de Chaco y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por su arresto bajo acusación de extorsión contra un casino de Resistencia, causa en la que fue absuelto la semana pasada.

"No es lo más diplomático ni lo más político, pero tengo bronca, porque después de tantos días de huelga de hambre no existe fiscal que acuse, no hay querellante, no había acusación; entonces, ¿para qué me pusieron preso?", dijo Castells.

El dirigente adelantó que va a "querellar por daños y perjuicios al gobernador de Chaco, al gobierno de la provincia, a la fiscal Noemí Ovido, a la jueza Glenda Vidarte y al jefe de Gabinete, Alberto Fernández".

Castells aseguró que los acusará "por privación ilegítima de la libertad, asociación ilícita, trato humillante y tormentos".

El titular del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (Mijd) fue absuelto el miércoles pasado del delito de extorsión que le había atribuido de oficio una fiscal como consecuencia del ingreso de miembros de esa agrupación piquetera a un casino de Resistencia, el 16 de julio de 2004.

La Cámara del Crimen Nº1 de la capital chaqueña consideró "no acreditada la comisión del delito" y falló a favor del piquetero, como también de los once referentes locales de organizaciones de desocupados que fueron enviados a juicio.

La fiscal de primera instancia Mercedes Riera había iniciado en agosto de 2004 una investigación de oficio que derivó en la detención del líder del Mijd, pero sus argumentos terminaron pulverizados por los testigos.

Si bien el casino Gala de Resistencia, que donó 11.000 pesos al Mijd durante la toma encabezada por Castells, nunca formuló denuncia, la fiscal avanzó por su cuenta hasta llevar el caso a un juez de garantías, que elevó la causa a juicio oral.

Pero en el momento clave de las declaraciones testimoniales, desde los periodistas que cubrieron aquellos hechos en la sala de juegos hasta los directivos de la empresa supuestamente damnificada, describieron la manifestación como "respetuosa y civilizada".