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domingo,
16 de
abril de
2006 |
Banfield frenó el envión ganador que traía Lanús
Vélez le empató en tiempo de descuento a Olimpo en Bahía Blanca
Banfield frenó el envión ganador que traía Lanús y se quedó con el clásico del Sur. Venció 2 a o con goles de uruguayo Josemir Lujambio, a los 38 minutos, y la diferencia la estiró José Sand.
Fue un partido disputado como todo choque entre rivales barriales. La evidencia fueron las tarjetas rojas y amarillas, que abundaron en ambos equipos. A los 43' dejó la cancha Julio Barraza y luego vio la roja Marcos Aguirre. También fueron amonestados Gioda y Daniel Quinteros, en los granates, y Barraza, Lujambio, Paletta, Leiva y Sand, en el Taladro.
La clave estuvo en el hecho de que Banfield no se metió atrás. Supo aguantar el acoso de Lanús cuando estuvo en desventaja y terminó ampliando la diferencia cuando el encuentro languidecía y comenzaron los incidentes entre la policía y la hinchada de Lanús.
Y llegó la jugada del primer gol. Córner y anticipo de Lujambio, que dejó a Bossio inmóvil.
En el complemento Lanús salió a buscar el empate, aprovechando la superioridad numérica por la expulsión de Barraza. Pero esa ventaja le duró poco porque Aguirre se fue a las duchas por simular una falta.
Estaba planteado para cualquiera, pero Banfield no desaprovechó un contraataque de Sand, que de atropellada selló el resultado.
El final se consumió entre incidentes entre la policía y simpatizantes de Lanús y la impotencia del conjunto de Cabrero que cedió terreno en el lote de arriba.
Goles y polémica en Bahía
Olimpo y Vélez jugaron un gran partido que transitó por etapas excitantes, jugadas de mucho riesgo no aprovechadas, penales claros no cobrados y un empate en tiempo de descuento con un gol en contra.
Sena abrió el marcador para los de Russo al minuto de juego, pero el equipo de Labruna lo dio vuelta con tantos de Villavicencio y Benítez, uno en cada etapa.
Cuando el partido se iba, un centro de Mauro Zárate rebotó en Villavicencio y sometió a Roa.
Antes, los locales habían tenido una gran posibilidad de Maggiolo que rebotó en el travesaño y un escandaloso penal de Enría (mano clarísima) que no vieron ni el árbitro Lunati, ni su asistente.
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