El actor habla sobre sus protagónicos en la TV y el cine

Pablo Echarri: "A los 25 años creía que era Luis Miguel, pero ahora, con 36, ya no me interesa"

El intérprete de "El método" explica por qué ya no le interesa ser el típico galancito canchero de la Argentina

Rodolfo Montes / La Capital



Con su décima película en cartel, "El método", de Marcelo Piñeyro; otra a estrenarse el próximo 27 de abril ("Crónica de una fuga", de Adrián Caetano) y el protagónico de "Montecristo", la nueva tira de Telefé, cuyo estreno está previsto para antes de fin de mes, Pablo Echarri vuelve con todo ante su público. Es uno de los pocos argentinos que casi no puede salir a la calle sin que las demostraciones de afecto le obstruyan el paso. Ni que decir si sale con su pareja, Nancy Dupláa y con su hija, Morena.

En una charla con Escenario, sin guardarse nada, Echarri definió que le gustaría "ir tejiendo una relación más tranquila con la gente. A los 25 años creí que era Luis Miguel, pero ahora con 36 tengo otros gustos". Después de haber interpretado hasta el hartazgo al argentino ganador, careta y chamullero, tras ver "El método" uno llega a pensar que se ha sido injusto con Echarri, y que quizás la repetición en sus actuaciones son culpa de la falta de imaginación de los escritores, mas que de algún tipo de falencia en sus talentos.

-En "El método" el público se encuentra con otro Echarri, lejos del galán, ¿qué pasará con eso?

-Nunca se sabe, pero yo espero que el público pueda disfrutar de un buen trabajo actoral. En "El método", la pinta es lo de menos. Aunque espero que el público vaya y no se ponga a pensar si hago de galán o hago un trabajo distinto. Eso sí, si me ven haciendo un mal trabajo van a pedir a los gritos que vuelva sobre el galán.

-¿Te inquieta jugar desde un rol distinto?

-Me siento tranquilo, seguro. El público sabrá apreciar el trabajo, aunque no sea un trabajo convencional de Pablo Echarri. Estoy orgulloso de esta película, porque convengamos que de las diez películas que hice no todas fueron grandes películas. Fue una experiencia inmejorable."El método" es una buena película y se defiende sola.

-¿Piñeyro ( hizo "Plata quemada") ya es tu director preferido?

-Marcelo me conoce y sabe justo qué me quiere pedir que haga en la película. No es un llamado para hacer una búsqueda a ver si puedo lograr tal o cual cosa. Esto constituye confianza y eso es vital a la hora de actuar. Lo mejor de Marcelo Piñeyro es que sabe relacionarse muy bien con el instrumento que tiene en la mano, y al que tiene que hacer sonar afinado, el actor. Y ojo que no es un tipo mecánico, que tenga un solo libreto para relacionarse con la gente. Conmigo tiene un registro y con cada uno de los demás compañeros tiene otro.Con Marcelo es muy fácil rodar. Es muy claro para pedirme cosas. Me llevó de la mano, confió en mí y yo en él.

-Con los nuevos personajes, ¿el galán noble va quedando atrás y se viene un nuevo vínculo con la gente?

-En este acto aparentemente ingenuo, de personajes no seductores, hay también un deseo profundo de buscar otro tipo de relación con el público. Hoy por hoy prácticamente no puedo salir a la calle, me para todo el mundo y es para darme su afecto. Pero llega un punto que se convierte en algo complicado de manejar. Además pasa el tiempo, ya tengo 36 y entonces no quisiera relacionarme con la gente de un modo histérico o estando a merced de una demanda tan exacerbada. Cuando tuve 25 pensé que era Luis Miguel, pero ahora ya no me interesa. Tengo una familia y otros gustos. Me sigue interesando ser un actor aceptado, querido, pero estaría bien si pudiera establecer una relación más tranquila con la gente.

-¿Nunca pensaste en irte afuera a probar suerte?

-No podría, acá están mis afectos y yo soy muy apegado a ellos. Ni en el peor momento me hubiese ido.

-Tu biografía tiene muchos matices, incluso de la vida personal y familiar.

n-Es cierto que en mi vida pasaron muchas cosas, y no sólo en mi vida artística o personal y afectiva. Muchas veces tengo la pretensión de separar al actor, a la persona y al personaje, pero la verdad es que para la gente viene todo mezclado. Con lo que sucedió con mi papá fue como si hubiera hecho diez películas juntas o treinta programas de televisión. En un momento traté de separar al actor de la persona, pero fue en vano. Lo mejor, al cabo, fue asumir que tengo una historia como persona y como actor. Es un camino ancho donde va todo. De todos modos uno busca cuidarse y cuidar al entorno, pero todo va rodando por un mismo camino. Incluso al momento de interpretar, de actuar, también están en juego las experiencias que da la vida. Uno es uno, y hay cosas que no se disocian.

-Además hiciste pareja con una chica conocida y querida popularmente.

-No sabés, cuando salimos juntos con Nancy ( Dupláa, su pareja y madre de su hija Morena) es un quilombo. Nos saludan desde los pibes que limpian los vidrios de los autos en los semáforos hasta el tipo que paró el Mercedes Benz al lado. Es todo muy loco. Incluso la gente le tiene a Nancy un cariño mayor que a mí, o tal vez se puedan acercar con más facilidad. Si no los paro, más de uno se llevaría a Nancy a su casa.De todos modos, no salimos mucho, porque es muy fuerte lo que se genera por los dos. Nos sienten tan familiares y entonces los excesos no son fáciles. Si salimos, estamos predispuestos a disfrutar con la gente. El tema de los chicos es la parte que más duele, porque les trasladás tu elección. También lo pienso desde la seguridad. Después de todo lo que pasó, estoy alerta.

-¿Te divierte, te angustia, o te acostumbraste?

-Nos toca vivir una historia para la que, obviamente, no fuimos preparados. Pero la virtud está en aceptar las cosas como son y tratar de irlas llevando.

Echarri señaló que le gustaría tener una relación más tranquila con la gente.