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 domingo, 09 de abril de 2006  
Independiente le ganó a Vélez y lo alejó de la pelea

Vélez se bajó de la pelea por el Clausura y deberá dedicarse nomás a la Copa Libertadores. A Independiente no le da el cuero para eso, pero al menos obtuvo uno de esos triunfos clave para enderezarse cuando amagaba desbarrancarse. Y todo gracias a un pibe que hace dudar a Pekerman para llevarlo a Alemania: Sergio Agüero, quien cuando peor la pasaba su equipo con un hombre más, mostró su calidad para sellar un 2 a 0 que parecía imposible.

El irregular Independiente hace rato que no tiene con qué dar pelea en el Clausura, pero cuando ya se dudaba de la continuidad de Julio Falcioni, Agüero le dio respiro y no le hizo perder de vista un hecho significativo. Con este triunfo el rojo se mete en la Libertadores 2007, además de ir derecho a la Sudamericana 2006.

Vélez clasificó dos fechas antes del final a los octavos de final de esta Copa e intentó pelear este Clausura. Pero no se hizo fuerte de local, no hizo goles en los últimos tres partidos y su intento ya es una quimera. Eso sí, su clasificación a las copas no parecen estar en discusión. Cuando Elizondo echó a Cubero con bastante tiempo por delante, un Vélez herido antes por las lesiones de sus dos delanteros, el Roly Zárate y Castromán, empezó a mostrar lo mejor de su repertorio y ponía en apuros a Ustari.

Es que Independiente había creado las mejores situaciones. Como la de Agüero en el primer tiempo, quien tras una gran pase de Fabbro enfrentó a Sessa y se la tiró de cucharita, pero se le fue al lado del palo. O la del mismo Fabbro en el complemento, cuando el Gato se jugó la vida a sus pies.

Vélez en cambio no produjo con la misma claridad, amén de un disparo de otro planeta de Sena que devolvió el ángulo. Pero se agrandó en la mala y se acercaba al final con peligrosidad a Ustari. Sin embargo, a los 37' Agüero encaró a Enría y Pellerano, los eludió con un solo movimiento y sometió a Sessa. Y a los 41' recibió un rebote en Miranda, y con la misma clase mandó la pelota al fondo. El fue la diferencia. Por eso Vélez quedó para otra cosa e Independiente se ilusiona con las Copas que mitigarían la desilusión que traía.
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