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 domingo, 09 de abril de 2006  
El “Chaqueño” Palavecino cumplió su sueño de actuar en la Bombonera

Buenos Aires.- El cantor popular Oscar Esperanza “Chaqueño” Palavecino, de la mano de su último disco compacto “El gusto es mío”, se dio el gusto de actuar en el estadio de Boca Juniors junto a su grupo, ballets invitados y amigos-parientes como Jairo y Jorge Rojas.

Alrededor de 20 mil personas se congregaron en la “Bombonera” para acompañar la patriada del cantor popular, uno de los de mayor convocatoria dentro del folclore y figura de los principales festivales del país.

Desde el vamos, se vislumbró un clima de fiesta, aunque seguramente los organizadores “esperaban mayor público”, porque desde hora muy temprana comenzaron a congregarse familias enteras para ver a su “ídolo”.

En la primera parte del show que duró más de tres horas y terminó entrada la madrugada, aunque una parte del público fue desertando con el correr de las horas, se vio algunos desacoples en el sonido que se fueron solucionado con el correr de las canciones, pero que igulamente no llegó a conformar a los presentes, en su mayoría los que estaban en la populares.

“La flor del cardón”, “Mataco Díaz”, “La taleñita”, “Juan de la calle”, “La ñaupa ñaupa”, “Para cantar chamarritas” y “Adiós que te vaya bien”, marcaron una primera parte, donde la garganta del Chaqueño se debió esforzar debido a los desacoples del sonido.

Promediando el show, fueron desfilando los invitados como Jairo, con quien entonó “Luna vallista”, para luego darle paso al cantante de Cruz del Eje, en su interpretación de “La tristecita” y el final de su actuación con el “clásico” de Yupanqui, “Chacarera de las piedras”.

Seguidamente y sin perder el ritmo del concierto, el ingreso de Jorge Rojas, el ex Nocheros, encaramado en su carrera y exitosa carrera solista, fue aclamado y le regaló a su gente “Vuelvo” y “Locura”, ante la algarabía de los presentes, secundado por el piano de de Román Romanda y la guitarra base del “Chato” Bazán.

Junto a sus músicos, el Chaqueño le regaló un homenaje a Buenos Aires, con una selección de tangos y milongas, para luego abrirle el paso al corazón latinoamericano, con piezas del estilo de “Caballo viejo”, “Prisionero de tus brazos”, “Nuestro juramento”, “Josefina” y la “Serenata huatesca”, haciendo un recorrido por Latinoamérica.

También le brindó un tributo al reconocido boliche-peña de Salta, “Balderrama”, junto al protagonista de la zamba y a copleros del chaco salteño y acordarse de la situación de la localidad salteña de Tartagal, asolada por la inundación y aunque él no lo dijo, el protagonista de la velada mandó un camión entero con alimentos no perecederos para esa zona.

Sus músicos liderados por el bandoneonista, Juan Alzogaray, los arreglos del Chato Bazán, en guitarra y director musical, Miguel Balderrama en guitarra, Claudio Pacheco en bajo, Miguel Lazarte en guitarra y voz, los violinistas Ramón Helguero, José Rajal, Daniel Villa y Rubén Toledo en bombo legüero, fueron acompañados por un grupo de violineros sacheros (del monte) y la coreografía del Ballet Palo Santo.

El chamamé -tranquilo- “Regalito”, la chamarra “Para cantar chamarritas” y “Puerto Tirol” transportó por un momento al litoral argentino, para luego desgranar una buena parte de sus éxitos como “Damasita”, “A Don Amancio”, “Amor salvaje”, “Amorcito”, “Del tiempo de mi niñez” y “Chacarera para mi voz”, entre otras.

El Chaqueño Palavecino cumplió su sueño, actuar en la Bombonera, club del cual es hincha. Si bien tuvo momentos de alto vuelo, como en el caso de cuando aparecieron en escena los invitados, Jairo y en mayor escala por parte de la gente, con la aparición de Jorge Rojas (hubo pancartas para él y el público cantó sus temas), al ser un estadio, el sonido no lo acompañó muy bien y la puesta fue muy similar a lo visto en los Luna Park (6) del año pasado y en el último Cosquín.

Las tres pantallas no reflejaron lo vivido sobre el escenario, pero el objetivo de Palavecino, se cumplió: actuar en un recital multitudinario en el club de sus amores, aunque la promesa de la grabación del DVD y el nuevo CD en vivo, hayan sido sólo un pretexto para la meta. (Télam)
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