Año CXXXVII Nº 49068
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Escenario
Economía
Ovación
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Página Solidaria 29/03
Turismo 26/03
Mujer 26/03
Economía 26/03
Señales 26/03
Estilo 18/03
En el aula 18/03

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 02 de abril de 2006  
Ante su hijo de 6 años, un comerciante mató al hampón que lo asaltaba
El delincuente amenazaba con un cuchillo al pequeño

Jorge Sanso De La Madrid / La Capital

Santa Fe.- Un asaltante fue asesinado ayer a la madrugada por el dueño de un cíber al que le robó dinero tras amenazar de muerte al hijo menor de éste de seis años. El hecho por el que están detenidos el comerciante junto con tres cómplices del ladrón muerto -entre ellos la pareja del abatido-, ocurrió a las 1.30 de la madrugada en la localidad de Santo Tomé, a 9 kilómetros la ciudad de Santa Fe. Según confiaron pesquisas que trabajan el caso, el comerciante es un suboficial del Ejercito y abrió fuego con una pistola 9 milímetros registrada a su nombre. El hampón muerto tiene dos impactos de bala en el pecho y uno en el cuello.

Según precisaron fuentes ligadas a la investigación policial, Matías Germán Torres, de 34 años y oriundo del barrio Santa Rosa de Lima, había salido de juerga junto a dos amigos, Matías Gauna y Daniel Gerardo ambos de 25 años domiciliados en Varadero Sarsotti y su esposa, María Laura Sosa, de 20 quien convivía con el Lisandro de la Torre 4147 de Santa Fe, a bordo de un Renault 12. Aproximadamente a la 1.30 de ayer al cíber ubicado en Vicente López y Planes al 1600 del barrio Loyola de Santo Tomé.

En el auto, que fue secuestrado por la policía, se encontraron varias botellas de bebidas vacías por lo que los investigadores dedujeron que al encontrarse sin alcohol y sin dinero el grupo decidió asaltar el cíber, que José Zavarella, de 34 años y suboficial del Ejército, explota en su propio domicilio de López y Planes al 1600 de Santo Tomé y que terminó siendo escenario del trágico desenlace.

Exhibiendo un cuchillo, Torres entró al lugar en el que había algunos clientes y tomó de rehén al hijo de Zavarella, de apenas 6 años, exigiendo a los gritos que se le entregara el dinero. Mientras tanto en la puerta del cíber, Gauna hacía de campana. En tanto, a unos metros, Gerardi y Sosa esperaban a bordo del automóvil.

En medio de una extrema tensión, Zavarella entregó a Torres el dinero que había en la caja. El exiguo botín de apenas 45 pesos enfureció a éste último quien tras empujar a su pequeño rehén arrancó una CPU, un teclado y una webcam. Fue en ese momento en que, estando ya a salvo su hijo menor, Zavarella extrajo una pistola 9 milímetros Bersa Thunder, que tiene registrada a su nombre, y apuntó al ladrón exigiendo que le devolviera el botín.

Sin embargo, otras versiones indicaron que Torres había logrado escapar a la carrera (otras sostuvieron que fue previamente herido levemente) y que fue perseguido por el comerciante quien le disparo en la calle. La Justicia valora las dos hipótesis.

Al parecer, sin intimidarse por el arma, Torres habría amagado abalanzarse sobre el comerciante y este disparó cuatro balazos simultáneamente en el interior del cíber. Dos impactaron en el pecho y el tercero en el cuello, provocándole la muerte de manera instantánea. Según lo documentado, Torres se desplomó sin vida en el umbral del local pero aún adentro del éste.

Un móvil de la subcomisaría 9 de Santo Tomé, ubicada a pocas cuadras del lugar que ya había sido advertido sobre que acontecía en el cíber, llegó en ese momento y detuvo tanto a Zavarella como a los cómplices de Torres, quienes se encuentran a disposición del juez de Instrucción en turno, Jorge Patrizzi.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El cíber robado es propiedad de un suboficial del Ejército.


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados