|
domingo,
02 de
abril de
2006 |
Elecciones italianas 2006
Los futuros parlamentarios del exterior ya reciben críticas de la prensa en Italia
En un informe cargado de prejuicios, el Corriere della Sera habló de la "comedia de los diputados ítalo-exteriores"
El título anticipa que el tratamiento no será bondadoso: "La comedia de los diputados ítalo-exteriores. El ejemplo argentino". Se trata de un informe a toda página de un enviado a Buenos Aires del principal diario italiano, el Corriere della Sera, sobre las elecciones italianas en el exterior, cuya campaña está en pleno desarrollo.
La firma de Sergio Romano, una de las principales "plumas" del matutino de Milán, junto con un anticipo en primera página, indican que el tema tiene importancia para los editores. Romano, instalado en la capital argentina, más que un informe de enviado escribe una columna editorial. El periodista les recuerda a los lectores italianos, luego de ironizar sobre un cartel callejero de una de las listas, que esta vez también se votará en el exterior, y no sólo eso, sino que además se elegirán candidatos en el extranjero. Romano hace notar la diferencia con otros países europeos, en los que no existe el derecho a voto para el ciudadano no residente, o se ejerce a través del correo o consulados, pero eligiendo siempre entre los candidatos del país de origen. El enviado del Corriere relata luego un reciente debate entre candidatos "de América latina" por el canal internacional de la RAI. Cuando el moderador pide a cada uno de ellos resumir su programa, los candidatos responden "en un italiano dubitante, rengueante y lleno de hispanismos", destaca Romano con acidez. "Me pregunto si todos se dan cuenta de la diferencia existente entre lo que un gobierno tiene el derecho de hacer en la patria por sus propios ciudadanos y aquello que puede legítimamente hacer en el exterior por los propios emigrados", se interroga retóricamente el periodista.
Y recuerda que países como Australia y Canadá "no tienen ninguna intención de tolerar en sus territorios el nacimiento de comunidades «extraterritoriales» vinculadas por relaciones de lealtad y dependencia con un Estado extranjero. En Argentina este riesgo, aparentemente, no existe". Ilustra este punto con un editorial del diario La Nación, en el que se da una visión optimista de lo que podrán aportar los futuros parlamentarios ítalo-argentinos.
Para el enviado del Corriere este optimismo "es comprensible. La Argentina no ha olvidado que existen al menos dos circunstancias en las que las comunidades italianas han hecho a la patria adoptiva un considerable servicio". Y aquí Romano cita "la guerra de las Falklands" -sin agregar entre paréntesis "o Malvinas"-, episodio en el que, según él, la colectividad italiana en Argentina presionó al gobierno de Roma para que "renunciase a su original posición filobritánica y se hiciera más comprensivo de las exigencias nacionales argentinas". La segunda ocasión es mucho más reciente: "Cuando el gobierno del presidente Néstor Kirchner ofreció a los propietarios de bonos argentinos (unos 400.000) un pago del 30% del valor original, los representantes de las comunidades italianas no fueron a la Casa Rosada para defender a los connacionales" en Italia. "Entiendo las razones", sigue Romano en su particular informe. "Es comprensible que un emigrado dé pruebas de lealtad y gratitud al país que lo ha recibido", pero por estas razones según el enviado, "ningún partido italiano deberá ilusionarse de contar con sus representantes de los italianos en el exterior, aún cuando han sido elegidos en una lista que lleva su nombre".
enviar nota por e-mail
|
|
|