Pico y pala. El 60% de los metros cuadrados que se están levantando está emplazado en el área central

Se construyen 350 edificios en el macrocentro rosarino

Enero y febrero mostraron como nunca un aumento de los permisos de obra que otorga la Municipalidad

Pablo R. Procopio / La Capital

La construcción en Rosario continúa en ascenso y podría seguir subiendo a juzgar por las perspectivas de los principales analistas y referentes del sector. Más allá de las especulaciones, los números de los dos primeros meses del año mostraron un nuevo aumento de los permisos para hacer obras como parte de un constante crecimiento iniciado en el segundo semestre de 2003. Hoy, sólo en el macrocentro de la ciudad se están levantando 350 edificios.

La Municipalidad exhibió datos incontrastables. Durante enero y febrero de 2006 se otorgaron autorizaciones para construir 63.800 metros cuadrados. Si se toma en cuenta que en el mismo período de 2004 y 2005 se habían registrado 57.500 y 62.000 metros cuadrados respectivamente, la suba de la actividad fue del 9,7 y del 2,8 por ciento durante los dos primeros meses del año.

Además del fuerte impacto al paisaje urbano que reciben Rosario y la región, el incremento repercute en la necesidad de que cada obra sea aprobada en plazos razonables. Como consecuencia de esta vorágine se tuvo que diseñar una reingeniería de tramitaciones no sólo en el Centro Municipal de Distrito Centro (que registra el 60 por ciento de los metros cuadrados que se construyen en la ciudad), sino en los demás minimunicipios (ver aparte).

"Hoy es difícil encontrar un obrero de la construcción que esté sin trabajo", dijo el director de Obras Particulares, Eduardo González, a La Capital. Tanto es así que a veces se hace complicado hallar personal especializado (electricistas o plomeros, por ejemplo) para que realice tareas puntuales en casas de familia. Es que para ellos, que tienen tanto trabajo, se trata de encargos menores que, obviamente, soslayan.


Superávit en ladrillos
Para los referentes del rubro de la construcción, el crecimiento está indisolublemente ligado a la cuestión financiera. "El negocio es bueno", se suele decir.

Es que muchos inversores prefirieron hacer sus negocios en este sector, quizás desconfiados de otros espacios posibles. La idea pasa por materializar superávit en ladrillos. Al menos así también lo estimó el proyectista de la firma Werk construcciones, Hugo Boselli. "La tendencia de los últimos tiempos es canalizar la inversión en estas áreas debido a que son bastante confiables", analizó.

Las obras pueden ser variadas: viviendas, comercios y ampliaciones de industrias. Aunque claramente sobresalen las propiedades particulares.

Si se divide a Rosario por distritos, el centro se lleva el 42 por ciento de los trámites de permisos de edificación y el 60 por ciento del volumen de obras (ver infografía en la página 3).

Esto da la pauta de que en el sector céntrico vernáculo hay muchas más construcciones. Se compran lotes por doquier para levantar edificios "medios", de 1.500 metros cuadrados.

Esta situación podría repetirse en otras zonas de la ciudad, pero allí pesa el fantasma de la falta de infraestructura de servicios, lo que termina desvalorizando las propiedades (ver aparte).

Al decir de Héctor Fonzo, referente de la venta de todo tipo de materiales para el rubro, "está claro que hubo un trabajo sostenido durante todo el año pasado y se espera que 2006 se proyecte de la misma manera". En este sentido, prefirió ser cauto y dijo que aún no se puede hablar de una tendencia de incremento. "Estamos esperando una reactivación porque para nosotros el año empieza en abril", remarcó.

Es que si bien la Municipalidad otorgó más permisos de edificación durante los dos primeros meses de 2006 en comparación con idénticos períodos de años anteriores, esto no se traduce todavía en la compra de materiales (ver aparte).

Según estadísticas de la Municipalidad, en la actualidad hay 350 edificios en construcción en el área comprendida entre los bulevares Oroño y 27 de Febrero.

En cuanto a sus características, predominan los que tienen entre 1.200 y 1.600 metros cuadrados, hasta 8 plantas y con dos departamentos por piso.

No obstante, hace pocos años empezó a popularizarse la construcción de unidades de alta categoría: tres y cuatro dormitorios y, aunque no en todos los casos, pisos exclusivos o enteros. Los sitios elegidos están sobre Wheelwright y su intersección con bulevar Oroño. Apuntan a una buena terminación y excelente calidad de los materiales, como bronce, aluminio en ventanas o porcellanato como revestimiento.

-¿González, es cierto que en determinados casos, como en los edificios más pequeños, se utilizan materiales de relativa calidad?

-Puede haber materiales de segunda, pero eso no significa que sean malos. Con el avance de la tecnología, estas cuestiones han quedado a un lado.

El subsecretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, opinó que el avance incesante que tiene la construcción en Rosario obedece a que "en la ciudad se vienen dando ciclos muy importantes de aumento en la materia, atados a las evoluciones económicas de la región". Además, para el funcionario, la ciudad tiene una "tradición urbanística muy importante que se complementa y se potencia".

En esta sintonía, dijo que "es necesario estar atentos a que se cumpla la normativa que refiere a las más viejas tradiciones de planes reguladores y urbanos". Esos programas han potenciado la apertura del río o el descubrimiento de parques; un proceso que duró muchos años.

Las constructoras tienen problemas para encontrar mano de obra.