La Capital
Año CXXXVII Nº 49054
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Señales
Economía
Mujer
Turismo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 12/03
Mujer 12/03
Economía 12/03
Señales 12/03
Educación 11/03
Estilo 18/02

contacto
servicios
Institucional




 domingo, 19 de marzo de 2006  
candi
Charlas en el Café del Bajo
-Todos los lectores saben cuanta importancia le hemos dado en estas columnas a la Justicia y al Poder Judicial, especialmente a la estructura judicial santafesina y particularmente rosarina. Nadie, y menos abogados o jueces, podrán decir que aquí nos sumamos a través de los años a la proclama y prédica constante de denostar alegre y frívolamente al Poder Judicial. Nos habremos podido equivocar muchas veces en cuanto a nuestras ideas y definiciones, pero hemos sido, a la hora de calificar a la estructura judicial, honestos con nosotros mismos, con lo que suponemos cierto. Así, hemos señalado innúmeras veces que en Rosario y Santa Fe hay excelentes magistrados y funcionarios y hace pocos días dijimos que los abogados rosarinos honran a la profesión. Incluso dimos nombres de profesionales rosarinos que prestigian no sólo a la provincia, sino al país en el mundo.

-Ahora bien, hace unos días el doctor Jorge Giandoménico, funcionario y docente de la Universidad Nacional de Rosario publicó una nota de opinión en La Capital que levantó polvareda. Desde el título nomás ("¿Quieren lo mismo abogados y clientes?") parecería que se marca la existencia de una clara distancia y diferencia entre los intereses de los letrados y los clientes. El doctor Giandoménico habla en su nota de las características de los "abogados pleiteros" y en una parte dice textualmente: "Buscar el justificativo para cobrar honorarios en que los particulares no saben derecho y que en consecuencia el Estado nos otorga una patente, obligando a los legos a recurrir a nosotros para acceder a la Justicia, no sólo no es ético, sino que implica convertirnos en corsarios. Y sin duda, por constituir un privilegio sólo fundado en la ley, justificaría la repulsa social que de algún modo estamos sintiendo".

-Fue muy duro Giandoménico con eso, me parece.

-La réplica no se hizo esperar y el directorio del Colegio de Abogados en pleno, que preside el doctor Arturo I. Araujo, le respondió en una nota al funcionario con la firma del vicepresidente de la entidad, doctor César Lucas Abbate, que fue publicada anteayer por este diario. Las palabras publicadas con el título "¿Quién nos ataca?" han sido el pensamiento de todo el Colegio de Abogados. Voy a reproducir una parte de esa nota que me parece trascendente y después, con el permiso y respeto que me merecen los involucrados en la cuestión y con las disculpas del caso por no estar a la altura de tan ilustres figuras del derecho, daré mi opinión. Dicen los abogados en su réplica: "No se puede agraviar de manera tan desaprensiva el rol social de los abogados, y presentar a los mismos ante la sociedad como una larga fila de mercenarios cuyo norte es alimentar las pasiones, incrementar los conflictos, haciendo gala de bajos instintos mercantilistas alejados de toda consideración ética o altruista".

-Me consta que en los últimos años el Colegio de Abogados hizo muchas cosas a favor de la sociedad en su conjunto: desde la mediación hasta el servicio gratuito en ciertos casos. Se luchó mucho, además, por lograr que la profesión fuera respetable y respetada. ¿Cuál es su opinión?

-No comparto algunas expresiones de Giandoménico. El sistema no podrá ser mejorado con enfoques parciales. Hablar de "abogado pleitero" puede ser tan injusto como hablar de "juez vago e incapaz". Siendo los abogados y magistrados seres humanos los habrá, como en cualquier ámbito de la vida, buenos y malos, talentosos y alcornoques, servidores y servidos. Cualquiera que haya transitado los tribunales advertirá que hay jueces, por ejemplo, que en un país serio serían sólidos candidatos al juicio político, pero ello no obsta para aseverar, una vez más, que el Poder Judicial en Rosario funciona aceptablemente porque sería un disparate juzgar a la pieza de oro por el rincón enchapado. Para mejorar la justicia, el enfoque sobre uno de los sectores que la conforman, siempre revelará una imagen incompleta y por tanto habrá un conclusión injusta. Finalmente, como siempre, diré que a cada ciudadano debe importarle muchísimo la justicia y sus hombres, porque aún cuando no se acuda a los estrados judiciales, en ellos, sin que se sepa, se dirime muchas veces el destino de la sociedad.

Candi II

[email protected]
 Buscador ¡Nuevo!
Búsqueda avanzada Archivo



clima mas
Mín 11º - Máx 28º
despejado.gif

la frase del día
"Hoy es difícil encontrar un obrero de la construcción que esté sin trabajo"
Eduardo González
Director de Obras Particulares de la Municipalidad
Ver noticia


tapa edición impresa

humor mas humor
ampliar

horoscopo mas
Piscis - 19/02 al 20/03
horoscopo


         La Capital      Copyright 2003 | Todos los derechos reservados