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 domingo, 16 de octubre de 2005  
Histórico referendo. La concurrencia a las urnas superó el 60% del padrón electoral
Irak votó su Constitución sin graves incidentes y con masiva participación
Pese a los temores no se registraron atentados. Sólo hubo 4 muertos. Los resultados se conocerán en 3 días

Bagdad. - En relativa calma, shiítas, sunitas y kurdos iraquíes votaron ayer en recintos electorales fuertemente custodiados de todo el país, decidiendo si apoyaban o no a la nueva Constitución que busca establecer un sistema democrático después de más de dos décadas de un régimen represivo de Saddam Hussein. La participación de los electores iraquíes osciló alrededor del 61%, pero sobrepasó incluso el 66% en siete de las 18 provincias del país, dijeron funcionarios electorales. La provincia con menor afluencia de votantes fue la de Qadissiya, sur de Bagdad, con 33%.

Pese a los temores de funcionarios de que ayer sería un día de sangrientos ataques por parte de los insurgentes a raíz del referendo sobre la nueva Constitución, la jornada en Irak fue una de las más pacíficas en meses, con apenas cuatro muertes. Versiones no confirmadas indicaron también que dos funcionarios electorales habían sido secuestrados. Los insurgentes atacaron algunos recintos de votación, hiriendo a varias personas, no hubo atentados suicidas u otros ataques de importancia mientras se votaba en unas 6.000 mesas electorales fuertemente custodiadas a lo largo y a lo ancho del país.

Esa fue una marcada diferencia con las elecciones realizadas en enero, cuando las guerrillas perpetraron más de una centena de ataques el día de la votación, incluyendo bombas suicidas y la muerte de al menos 40 personas.

El escrutinio de los votos comenzó inmediatamente en los centros de votación. La Comisión Electoral dijo que los resultados podrían conocerse en tres o cuatro días más.


La oposición sunita
Más de 15,5 millones de iraquíes podrían aprobar o rechazar el borrador de una nueva Constitución, propuesta por un Parlamento que en su mayoría está dominado por shiítas y kurdos. La mayoría de los sectores árabes sunitas, que en enero rechazaron la votación que eligió la asamblea, estuvieron al margen del referendo, pero alzaron sus voces, mayoritariamente para oponerse.

Durante el desarrollo del referendo se pudo observar profundas divisiones entre las etnias de Irak y grupos sectarios, lo que llevó a algunos analistas a temer que la Constitución pudiese profundizar la división entre los árabes sunitas, por un lado, y los shiítas y sus aliados kurdos, por el otro.

La mayoría de los árabes sunitas, el sector dominado políticamente por Saddam, se opone a la Constitución y sostiene que esta carta proporciona demasiado poder e influencia a los shiítas y kurdos, al darles el control de las ricas reservas de crudo en el norte y sur de Irak. Otros argumentan que la Constitución podría unir al país, si más árabes sunitas la apoyaran.

El referendo será aprobado y la Constitución ratificada si la mayoría de los votantes optan por la opción "sí", mientras que dos tercios de los votantes en tres de las 18 provincias no opten por el "no". El rechazo sería difícil porque la mayor parte de la mayoría shiíta y de los kurdos apoyan al documento.

Familias enteras acudieron a votar e hicieron filas de cientos de personas en provincias clave del centro de Irak con residentes de varias etnias que serán decisivas para la aprobación o el rechazo de la Constitución.

Soldados iraquíes armados con ametralladoras vigilaban la situación desde techos aledaños a los recintos de votación, mientras helicópteros sobrevolaban el área. Las autoridades prohibieron la circulación de vehículos para impedir ataques con coches bomba de insurgentes sunitas decididos a obstaculizar los comicios.

En los aproximadamente 6.100 recintos de votación de todo el país, los electores optaron por "si" o "no" al responder una pregunta escrita en árabe y kurdo: "¿Está usted de acuerdo con el proyecto de Constitución permanente?".


Nuevo Parlamento
Si la Carta Magna es aprobada, los iraquíes elegirán a un nuevo Parlamento en los comicios nacionales previstos para el 15 de diciembre. El Congreso elegirá posteriormente un nuevo gobierno, que deberá asumir el poder antes del 31 de diciembre. Si el documento es rechazado, el Parlamento se disolverá pero de todos modos se realizarán las elecciones de diciembre. El nuevo Congreso redactará otra Constitución en un período de un año, y la presentará a los votantes en un segundo referendo.

La comunidad internacional, en tanto, aplaudió la jornada cívica en Irak.
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Los iraquíes van a los centros de votación.

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