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domingo,
16 de
octubre de
2005 |
Entre tangos
y caraoques
Otra de las opciones más difundidas entre quienes superan los 40 son las tanguerías y los caraoques (bares donde los parroquianos pueden cantar leyendo las letras en pantallas de monitores). Sin embargo, parecen tener públicos diferenciados.
El de los primeros está formado por parejas y hay menos gente sola. Además, también asisten turistas a quienes les interesa conocer de cerca la idiosincrasia del tango.
Los caraoques, en tanto, suelen poblarse, además de cantantes frustrados o quienes practican mientras esperan triunfar, de mucha gente no menor de 38 años.
Según algunos entendidos consultados por La Capital hay, en estos sitios, varios ambientes o niveles sociales según de qué local se trate. Pero, básicamente, son lugares donde se toma algo y se oye cantar a quienes pasan a los improvisados escenarios (pequeñas tarimas donde suben sólo los momentáneos artistas). De repente, el animador invita a bailar pero unos instantes hasta que se reanude el show de los propios parroquianos, que hasta tienen seguidores que asisten únicamente a verlos.
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