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domingo,
16 de
octubre de
2005 |
¿Es posible salir a bailar después de cumplir los 40?
Las opciones de Rosario parecen estar reservadas casi exclusivamente para los amantes de la cumbia
Pablo R. Procopio / La Capital
¿Dónde van a bailar los mayores de 40? Esta es la pregunta de mucha gente de esa edad. Una demanda que tiene una única respuesta: En Rosario no hay opciones. Aunque, al parecer, las posibilidades se abren sólo para un determinado segmento social; el que elige las cantinas o los boliches donde abundan las mesas (no los reservados) y se escucha música mucho más cercana a la cumbia que a otra cosa.
Sin embargo, no es verdad que en la ciudad los clientes mayores no puedan disfrutar de la noche; existe una innumerable cantidad de bares con amenización musical: bandas en vivo y shows donde los cuarentones y cincuentones suelen verse las caras hasta las 4 de la madrugada e, incluso, mezclarse con gente más joven.
El bar Juan de la Cosa (Salta 2829) es uno de ellos. Según Griselda (40), habitué del lugar, "es piola porque te juntás con amigas o vas con tu marido a pasarla bien". La mujer confesó también que "hay pocas posibilidades para gente grande". En ese sentido, remarcó que "sólo podés ir a ver un show o cenar". Por ese lado, las opciones son variadísimas pero hay poco para mover el esqueleto.
Susana (40) opinó que se conforma con reunirse con amigos en sitios donde hay música pero no se baila. "Somos profesoras que escuchamos la música de las FM y temas de los 80', pero no nos gusta la cumbia", indicó como para marcar un perfil.
En efecto, si se pretende mover el cuerpo al ritmo de la música, las cantinas y ciertos boliches de la ciudad ofrecen esa posibilidad, pero parecen estar reservados para un público diferente. "Para nosotras no", marcó posición Griselda entre risas. Ni siquiera se inclinó hacia un reducto recientemente inaugurado sobre la costa ribereña. "Tiene show, se puede bailar, pero van muchas parejas", dijo. "Estuve una vez y me dio la sensación de que la gente grande fue a conocer y no va a volver". Así, dio un ejemplo contundente: "Tengo amigas que están solas y no encontraron hombres en la misma condición".
Cuidando el perfil
Las mujeres parecen no querer mezclarse con el llamado levante y, por eso, les resulta muy difícil encontrar "su" lugar.
"Soy amiga de una directora de escuela que tiene 50 años y jamás iría a bailar a los sitios que hay en Rosario", dijo Susana.
En cambio, los hombres no tienen problemas. Muchos concurren a los boliches, donde se sienten a gusto. Es que los varones de más edad se inclinan hacia chicas que no superen los 35. Esa onda es más habitual.
"Quería poner un restaurante para gente de 40 y 50 años y pegó". La frase pertenece a Sergio "Gallego" García, el propietario de Juan de la Cosa y quien fuera también el dueño de una tradicional peña para estudiantes, Los Bajos de Alvarado (Riccheri y Santa Fe), y pretendía seguir en el rubro aunque con otros condimentos.
Hoy, su nuevo local "anda bien", sostuvo. "Descubrimos una convivencia entre la gente; si bien hay público de 50 y 55 años, también hay de 30. Los de mayor edad asisten primero a cenar y se quedan, mientras los un poco más jóvenes caen más tarde a escuchar música. "Es la onda de la peña, pero menos bohemia y mantiene esa mística", explicó al señalar que en el lugar suena una banda en vivo.
Allí se va a cenar por 30 pesos (la tarjeta). La música comienza a partir de las 23.30, después hay presentaciones a la 1.30 y, finalmente, a las 3. El grupo está integrado por dos guitarras y voces, un tecladista, un percusionista y una tumbadora y pandereta. Hace temas de Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Los Fabulosos Cadillacs, León Gieco, Charly García y Serú Girán. La gente prefiere los clásicos.
-¿No existen opciones para los más grandes?
-El que diga que no hay es porque no quiere salir. Siempre se pueden encontrar lugares.
Pero son bares, restaurantes y cantobares y muy pocos boliches.
Por ejemplo, se puede ir a bailar a María (Santa Fe y Presidente Roca) o a Soho (Salta y Alvear) donde, en general, los hombres son los más grandes, porque las mujeres de cuarenta y pico no suelen ir.
-¿Susana, qué características tiene la gente grande que sale sola los fines de semana?
-Nosotras somos personas que trabajamos toda la semana y buscamos un momento de distención un viernes o un sábado a la noche. En general, una termina de trabajar más o menos a las 21 y no te ves con nadie. La idea es tomar un cafecito o comer algo y compartir lo que hicimos en la semana.
-¿Son grupos de amigas y de amigos por separado?
-No. De pronto está mechado. Nos escribimos mensajitos y nos vamos encontrando en medio de la noche. A veces empezamos siendo dos o tres y terminamos doce o trece.
Norberto Radica es el dueño de Katoa (Corrientes 116). Los viernes van allí "solos y parejas" a bailar música latina y cumbia con DJ. "Es como el viejo baile del club pero transformado en una confitería bailable", describió. "Todavía sacan con el cabezazo", puso luego de manifiesto como para dejar en claro que esa antigua modalidad allí no se perdió.
Radica desmitificó que no hubiera lugares para ir a bailar. Por el contrario, dijo que "ocurre que la gente va adonde está la gente". Y se explayó: "Los que salen siempre son los mismos". Así, criticó a "las mujeres cuarentonas que se quejan porque no tienen a dónde ir". Sostuvo que "muchas veces discriminan a los boliches que tienen otra onda y, además, si no hay sitios como los que ellas quieren es porque no prosperan por falta de hombres; los tipos de su edad buscan chicas más jóvenes".
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Los viernes a la noche los cuarentones salen a cenar a ver shows.
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