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domingo,
07 de
agosto de
2005 |
El mejor debut, el de Silva
Olmos confundió, Giménez debe dar más y el uruguayo logró destacarse
El gol de Caneo, la expulsión de Maidana y el altercado de Ortega con Galdames hicieron resaltar el flojo debut de Juvenal Olmos al frente del plantel rojinegro, como así también la poco convincente tarea de uno de los debutantes, Damián Giménez. E hizo pasar a un papel secundario lo que quizás fue lo más destacable de este arranque rojinegro en el nuevo ciclo: Santiago Silva.
Mientras Olmos sorprendía para mal con la inclusión de Aguirre al comienzo del complemento y Newell's se paró en el segundo tiempo más como partenaire que como protagonista, contrastando con lo expresado por el técnico sobre lo que quería de su equipo, la presencia del uruguayo no pasó desapercibida. En su primera intervención fue clave para pelear la pelota que quedó a los pies de Spolli para que definiera. Esta fue su carta de presentación, promisoria por cierto. Pero más allá de esa acción, cuyo mérito estuvo más en ir a buscar que en darle el pase a Spolli, el uruguayo se mostró siempre, corrió mucho y hasta pudo marcar el segundo cuando se le escapó una pelota al recibir la asistencia un poco larga de Belluschi.
Fue obvio que le falta acoplamiento con sus compañeros, pero mostró que puede estar cuando logre esa indispensable conjunción. Los casi 40 minutos que estuvo en la cancha acaso fueron una de las pocas cosas para rescatar del debut rojinegro en cancha de Quilmes.
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