Opinión: Tiro sale a defender su consigna

La consigna quedó grabada a fuego desde la primera práctica. El estigma comenzó apenas terminó la vuelta olímpica. Con el último suspiro del festejo empezó la metamorfosis. La alegría se transformó rápidamente en exigencia: mantener un lugar en la máxima categoría del fútbol argentino, una materia filtro para las instituciones que pelean por codearse entre los grandes. Sólo unos pocos lo consiguen, menos aún son los que logran trascender. En Tiro Federal nadie dejó ni el más mínimo resquicio para declaraciones grandilocuentes. La meta es quedarse en la élite. Lo dijo su presidente apenas concluyó el festejo en Jujuy; lo ratificó Jorge Castelli en sus primeras declaraciones como entrenador de los Tigres.

Un plantel casi nuevo afrontará desde esta tarde el reto de insertarse en el grupo más selecto. Para arrancar, nada mejor que entender de qué se trata. Una visita al Monumental que obligará a los tirolenses a situarse rápidamente en tiempo y espacio.

Para esta coyuntura Castelli ofreció una de sus frases de cabecera: "River no está entre nuestros rivales". Perfecto. Los adversarios de Tiro están en otra parte. ¿Qué más quiso decir el DT? Que una derrota es el resultado más lógico, pero no por ello se dará por concluido el pleito.

Pero los objetivos, como primer paso, necesitan ser estrictamente comprendidos. Esa es la puerta que abre el panorama que deberá afrontarse.

Tiro no debe aferrarse a su consigna de quedarse en la A sin las herramientas mínimas e imprescindibles para implementarlo. Tampoco pasarse de la raya en sus precauciones. Menos aún justificar la premisa asumiéndose como uno de los más débiles.

Conocer las limitaciones es un síntoma de sabiduría. A partir de las carencias, el equipo de barrio Ludueña deberá escribir una historia de 38 capítulos. Para ello cuenta con un entrenador que muchas veces capeó temporales similares y unos cuantos refuerzos que ya saben lo que significa sumar puntos en las dos tablas para que la de los promedios no se transforme en el rival más difícil de afrontar.

Las palabras quedarán a un costado de la cancha, en la pista olímpica del Monumental exactamente a las 16.10 de hoy. El escenario conmoverá a algunos y será un incentivo para otros. La conjunción de sensaciones necesitará de una buena decodificación para que los pies cumplan con las órdenes que llegan desde el cerebro.