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domingo,
07 de
agosto de
2005 |
La corrupción jaquea la economía de Brasil
El país tendría este año un crecimiento de sólo un 2,5%. Se ubicaría entre los más bajos de Latinoamérica
San Pablo. - El escándalo de corrupción en Brasil está afectando su economía y retrasando los esfuerzos del gobierno para colocar a la nación en un camino de lento pero sustentable crecimiento, dijeron expertos. La economía de Brasil probablemente crezca 2,5% este año, entre las peores tasas en América latina y la mitad del crecimiento del año 2004, dijeron economistas durante una conferencia en San Pablo.
Las altas tasas de interés son responsables del declive, pero también las denuncias que miembros del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, pagaban sobornos a legisladores aliados, dijeron.
Los inversionistas ya han llegado a la conclusión que el presidente, con las denuncias paralizando la gestión gubernamental, carece literalmente de cualquier oportunidad de aprobar en el Congreso proyectos como una reforma tributaria y otra laboral, que reducirían los costos de hacer negocios en Brasil. "Todavía hay un riesgo que la economía sea contaminada con la crisis", dijo Paulo Viera de Cunha, jefe de economistas para América latina de HSBC Securities USA Inc, en la conferencia organizada por el Consejo de las Américas.
La crisis también impide que el país reciba una mejora de su calificación de crédito por parte de Standard & Poor's, dijo Regina Nunes, ejecutiva en Brasil de esa agencia internacional. "Podríamos estar ahora hablando de una mejora de la calificación sino hubiera sido por la crisis política, pero tenemos que vivir en la realidad", agregó.
Las denuncias han provocado hasta ahora la destitución de al menos media docena de funcionarios en compañías estatales, la renuncia de un ministro y de cuatro directivos del PT, señalado de manejar el esquema de sobornos con fondos de empresas públicas, repartidos a través de una agencia de publicidad. El caso más reciente fue el miércoles cuando renunció Manoel Severino dos Santos, presidente de la llamada Casa de la Moneda, o la oficina encargada de la impresión de moneda de circulación legal, señalado de recibir 2,6 millones de reales (cerca de 1,3 millón de dólares) de la agencia vinculada al escándalo.
El presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, declinó responder directamente una pregunta sobre el impacto del escándalo en el riesgo de los inversionistas en el país. Pero aseguró que el compromiso brasileño con sus políticas está sustentando una economía que antes era mucho más vulnerable a las crisis política. "Brasil está reduciendo muchos factores que solían ser causa de crisis periódicas y está creando condiciones necesarias para que el país crezca", dijo en la conferencia.
Aunque Lula sigue relativamente aislado del escándalo, con niveles de popularidad por encima de 45%, los expertos indicaron que las denuncias podrían malograr una eventual reelección en los comicios de octubre de 2006.
Los conferencistas dijeron que los fundamentos de la economía brasileña siguen siendo fuertes y que los inversionistas están satisfechos con las políticas del presidente. Pero destacaron que la crisis política ha hecho más difícil predecir cuándo será que Brasil puede avanzar en áreas clave como educación, mejorar su deteriorada red vial y crear millones de nuevos puestos de trabajo en este país de 182 millones de habitantes. "No veo mayor claridad antes de las elecciones de 2006, que nos llevará a un nuevo gobierno en 2007", dijo Cunha. (AP)
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Lula y su ministro de Economía analizan el impacto del escándalo en las finanzas.
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