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 domingo, 07 de agosto de 2005  
Depredación. Jorge Cappato, de la Fundación Proteger, advierte sobre el futuro
Un ambientalista advierte sobre la posibilidad de un desastre se producirá un desastre social
Para el especialista, los frigoríficos son industrias al borde de la "ilegalidad"

"Si no se racionaliza la pesca, se pierde la flora y la fauna del río, con todo el desastre social que esto implica", disparó Jorge Cappato. El ambientalista es el titular de la Fundación Proteger de Santa Fe, una organización que brega por la preservación de la cuenca media del Paraná. Sin embargo, el especialista hace una aclaración: "Nuestra principal defensa es el hombre, porque cuando se termine de destruir la fauna del río, ¿dónde van a ir a parar las miles de familias que viven del pescado?". Además asevera que los cortes del puente Rosario-Victoria son parte de la estrategia de empresas "sucias" y advierte que la provincia no puede negociar con la "ilegalidad".

-¿Los cortes del puente Rosario-Victoria pusieron sobre el tapete el negocio voraz del sábalo?

-El problema es que no existe un sindicato de pescadores, entonces la provincia no puede negociar con la ilegalidad. Esto es preocupante, porque no se puede legislar en el puente Rosario-Victoria. Todo el mundo conoce que este es el modus operandi de las industrias sucias, que usan a quienes dependen de ellas como si fueran un grupo de choque. Estos pescadores ni siquiera son empleados de los frigoríficos, son trabajadores informales. Lo primero que hicieron los frigoríficos de Entre Ríos fue amenazar con echar a todo el personal por las clausuras que sufrieron, son industrias al borde de la ilegalidad.

-¿Estamos hablando de los frigoríficos que exportan pescado?

-El problema tiene un solo nombre: la exportación del sábalo. Hoy es el pescado más exportado en Argentina después de la merluza, pero ni siquiera hay registros ciertos en Santa Fe.

-¿Este auge apareció con la devaluación?

-El negocio ya estaba, pero con este cambio, tres a uno, se potenció. Lo llamamos la verde fiebre del sábalo, porque es una exportación a granel. Se disparó el tonelaje anual y se dispararon los nuevos mercados. Me gustaría que el Ministerio de la Producción santafesina diga exactamente de qué se trata, porque se está hablando de un negocio de entre 150 y 200 millones de pesos entre las dos provincias, es lo que estamos estimando...

-Es mucho dinero...

-Claro, y uno se pregunta si pagan retenciones y cuánto le deja esta actividad a la provincia. La pregunta es qué vamos a hacer socialmente con el colapso del Paraná, hacia el que vamos inevitablemente. Algunos hablan de cinco años, otros de diez, pero es inevitable si no paramos ahora. La preocupación son las miles de familias pobres que viven de esto.

-Cuando habla de exportación a granel, ¿significa que no hay ningún valor agregado?

-Nunca hubo una industria pesquera como tal, lo que existe es saqueo porque todo el valor agregado que se hace es congelar filetes, nada más. Con el agravante de que el sábalo es un pez fácil de sacar, lo puede hacer cualquiera que no sea pescador. El pescador tiene una cultura conservacionista y siempre repite que "con el recurso no se negocia". El problema es que la pobreza también está ligada a la depredación porque el que tiene necesidad se sube a una lancha con una pequeña red y se gana unas monedas.

-También se denuncia la baja en los tamaños de otros peces, como la boga.

-Todos los tamaños han bajado, esa es la depredación del río que tiene un efecto dominó. Hay que parar ahora, regular la actividad, transparentar los negocios y que la sociedad tome conciencia. Según especialistas del Conicet, se está sacando el doble o el triple de lo que se puede pescar.

-¿Las leyes vigentes no alcanzan?

-Los pocos operativos que se hacen en la provincia dan cuenta de que hay centenares de actas de infracciones, pero no se cobran las multas. Eso porque el gobierno dice que los legisladores no regularon el tema de las multas. La ley se votó, pero la reglamentación tuvo una dilación extrema y luego dijeron que se olvidaron de reglamentar las multas. No puedo desentrañar la trama entre el poder y los intereses económicos.

-¿Cuál podría ser una solución?

-Ahora estamos haciendo el peor negocio porque el sábalo es la base de la pirámide ictícola. Hay otras formas, como la explotación de la pesca deportiva, que según la Nación permitiría obtener cien millones de pesos anuales. Otra alternativa sería la curtiembre de los cueros de los peces, por lo cual no habría que capturarlos a granel. Y se puede hacer todo tipo de cosas de marroquinería con este producto, que de hecho ya se hace y se paga fortunas.

I.B.
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"Están saqueando el río", protestó el ambientalista.

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